16 jun 2016

44-16. CIRCULAR COMPLETITA AL MASCUN. 15-6-2016.


El Saltador de las Lañas. 

Rodellar, Cheto, Senda de Pallebla, Senda de las Zinglas, Saltador de las Lañas, Senda de las Peñas Altas, Otín, Dolmen de La Losa Mora, Costera de Otín y Barranco de Mascún.
15-06-2016.
Desniel acumulado1100 m
Dustancia recorrida 22000 m.
Tiempo efectivo 06:45 h.
Mixto.
Agua en Otín y en el Barranco de Raisén y el Mascún según costumbre y época y en las Fuentres de Mascún.
Ruta circular entretenida y larga con una primera parte, Senda Pallebla, con poco interés y que requiere de  buenas referencias para poder seguirla.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Mascún procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Hace ya algunos años, allá por el 2004 hicimos una circular al Mascún Inferior. El barranco y sus formaciones calizas, no fácilmente igualables, nos agradaron. Quedaba más Mascún pero nosotros somos de secano y los barrancos pues como que no. Pero más tarde que pronto terminaríamos por volver para dar “una vuelta más al puchero.”
            Hay una circular bastante completa que enlaza una serie de sendas facilitando un recorrido que puede resultar interesante y en ello estamos hoy 15 de Junio de 2016. Como casi siempre, han llenado el Pirineo de incertidumbre y nos bajamos a Guara, nos equivocamos de carretera y finalmente aparcamos a la entrada de Rodellar cuando van a ser las diez menos cuarto de una mañana que teje nubes en el cielo.

Caminamos entre paredes hacia la Pardina Cheto.

            Estamos alrededor de los 750 metros de altitud y comenzamos camino subiendo a la carretera y llegando a la parte baja del pueblo donde un cartel nos indica Cheto y Ermita de la Virgen del Castillo.
            El camino, en dirección, norte baja un poco y se incrusta  muy limpio y transitado entre muros de piedra seca. Tenemos algunas dudas en cuanto a su señalización pues hay que saber que se trata de una ruta compuesta por varios tramos de camino por lo que será conveniente, además de tener una decente orientación, poseer algunas claves direccionales. Lo cierto es que lo encontraremos mejor señalizado de lo esperado.

Localizando el camino en el Barranco de la Viergen del Castillo.

            Remontamos al solecillo de la mañana que se cuela entre nubes y alcanzamos la Pardina Cheto con su caserío medio derruido para proseguir camino adelante hacia la Ermita de la Virgen del Castillo para abandonar enseguida en un cruce acartelado y proseguir hacia los Pozos de Hielo de Bagüeste.
            El camino muy limpio y medianamente transitado no baja al Barranco de la Virgen sino que prosigue por la ladera izquierda del mismo hasta que, bastante arriba, lo atraviesa para proseguir en dirección norte y por la ladera opuesta hasta alcanzar la parte alta de la misma en ascenso claramente significativo.

La Costera de Otín desde uno de los Miradores del Mascún.

            Alcanzada la loma, bastante limpia de vegetación nos desviamos a nuestra izquierda para asomarnos al Mascún en una especie de mirador sobre las Agujas de Cagatés y  desde el que contemplamos la Costera de Otín y la zona de la Losa Mora que es pon donde pretendemos volver.

El Puyal de Otín desde el segundo mirador. 

            Luego continuamos loma arriba por una zona de genista que comienza la floración para enseguida alcanzar un par de collados sucesivos y luego una zona pedregosa en la que un cartel nos envía a nuestra izquierda en suave descenso hacia Letosa.

En el Barranco de la Glera reorientados a Letosa.

            Atravesaremos un encinar no demasiado extenso en un sube y baja más o menos continuo que nos deposita en un pequeño rellano con restos de muros de una paridera frente a Otín.

En el Corral de Campo Cebollero.

            Aquí proseguimos al norte para entrar en la cuenca del Barranco Fornazos que atravesaremos en horizontal para detenernos en el camino y echar un bocado. Son las doce menos cuarto.
            Alternando rellanos con pequeños ascensos y orientados por las paredes del Corral de las Chocas, muy mimetizadas con el paisaje, entre los Barrancos de las Chocas y la Cañada recorremos el ámbito del barranco. Hay que decir que en este final de primavera todos los barrancos bajan secos.

En los Corrales de Letosa.

            Pasamos junto a las paredes del corral y enseguida alcanzamos el punto más alto de nuestro recorrido sobre los 1180 metros de altitud frente a los Oscuros de Otín.
            Un cartel nos invita a dejar el camino a Letosa y tomar finalmente el del Saltador de las Lañas que aparece por primera vez y ya era hora. Se trata del Inicio del Sendero de las Zinglas.

Buscando el Saltador de las Lañas.

            Se ha terminado nuestra primera inquietud con el Camino Pañebla  y nuestra vista ya hace algún rato que otea las paredes de la vertiente derecha del Mascún sobre los Puyales de Otín y Letosa y el Barranco Raisén.
            Descendemos por la loma en busca de las paredes que se precipitan hacia el Mascún sorprendiendo a un trio de cabras asilvestradas y tras pasar  un primer tramo rocoso, escalonado y corto,  alcanzamos la base de las paredes.
            El camino prosigue para abajo por la faja rellena de vegetación hasta que nos deposita en las paredes.

La espectacular Faja de las Zinglas.

           Las paredes son recorridas por un hendidura horizontal y suficientemente amplia para el tránsito, perdida en mitad de las verticales paredes que nos recuerdan a las del Congosto de Mont Rebei o a las del Chemin de la Mature.
            En el final de la hendidura, próximos al Mascún visualizamos el Saltador mientras proseguimos por un camino que quiebro tras quiebro nos deposita en el Cauce del Mascún sobre los 950 metros de altitud.

En el Saltador de las Lañas.

            Es la una y cuarto cuando contemplamos el Saltador de las Lañas que es una doble cascada de alrededor de 30 metros de los cuales los dos tercios inferiores son salvados por un reducido chorro de agua que saltando por el vacío alcanza una poza de unas aguas verde turquesa encantadoras.

La continuación del Sendero de las Zinglas en la ladera derecha del Mascún.

            Hacemos fotos, charlamos con cuatro barranquistas que acaban de bajar el tramo del saltador y que se marchan a por las Cascadas de Guara mientras nosotros cruzamos el barranco vestido de ocres clásicos de las aguas calizas como las del Mascún y tomamos el camino que transitará por la ladera derecha del barranco.

El Ibicio de la Senda de las Zinglas desde una de las Proas del Mascún.

            El camino se orienta al sur y claro, el río para abajo y el camino para arriba, enseguida toman distancia entre sí, por una faja amplia de la que salen proas para poder observar el barranco hacia los Oscuros puesto que el Saltador enseguida desaparecerá de nuestra vista.

Repetidos parajes hacia el Barranco de Raisén.

            Luego alcanzamos las paredes del Tozal de Letosa y en ellos una hendidura similar a la recorrida en la otra orilla e igualmente espectacular.
            La hendidura prosigue por una faja con algún punto estrecho que se orienta al oeste introduciéndonos en el Barranco Raisén. Se trata de un barranco bastante angosto y corto que se cierra con paredes verticales y del que es difícil ver el fondo del mismo.

La chopera del inicio del Barranco de Raisén.

            Aparece en la cabecera del mismo unos álamos lombardos, se trata de la Chopera de Raisén que ocupa un rellano sedimentario del que arranca el barranco, lugar en el que termina el Sendero de las Zinglas.

Una gigantesca ventana en Mascún.

            No hay que alcanzar la chopera sino cruzar el barranquillo por el que baja un hilillo de agua e iniciar el ascenso de su ladera derecha para alcanzar una faja amplia, que enseguida se angostará  y en la que un caminillo la irá recorriendo de proa en proa desde las que se descuelgan nuestros ojos en busca de agujas y farallones rocosos que salpican el Barranco de Mascún haciéndolo un enclave especial y quizás único.
El Sendero de las Peñas Altas.

            Se trata del camino de las Fajas Altas y hay que recorrer sucesivamente un par de fisuras en las paredes del Puyal de Otín en el que iremos ganando altura poco a poco y disfrutando con las flores abundantes como en todo el camino aunque más avanzadas en esta zona orientada al sol saliente.

Manojo de lino blanco en el Sendero de las Peñas Altas.

            Pasamos sobre los oscuros de Otín y terminadas las paredes, el camino asciende suavemente por terreno despejado pero cubierto con el sotobosque clásico de Guara hasta alcanzar el Collado de Otín desde el que, enseguida contemplamos el pueblo.

Llegando al Barrio Alto de Otín.

            El camino tras unas revueltas descendentes coincide con una pista que viene de Letosa y se adentra en las ruinas del Barrio Alto de Otín. Estamos sobre los 1030 metros de altitud cuando son las dos y cuarto.
            Tenemos la opción de volver por el Camino del Turmo, por la Costera de Otín o por la Losa Mora y el Barranco de la Garganta pero elegiremos uno que combine los dos anteriores y así, al paso, Juanillo conocerá el dolmen: un poste indicador  nos lo facilita.
            Tomamos el camino al Dolmen de la Losa Mora que bastante rectilíneo transitará suavemente en ascenso o llaneando al sudoeste. Queríamos haber comido en el pueblo pero lo abandonamos en busca de un lugar con piedras para poder sentarnos ya que la genista lo invade casi todo.
            Pasaremos junto al Refugio Norbert Nieto que está abierto y en decentes condiciones para poder pernoctar pues hay camas de madera y todavía caminaremos alrededor de media hora para alcanzar un pequeño collado desde el que vemos el panel explicativo del dolmen.
            Estamos a 1110 metros de altitud y paramos a comer.

Llegando al Dolmen de la Losa Mora.

            A las tres y cuarto, media hora después, nos alargamos hasta el Dolmen de la Losa Mora situado a 1080 metros de altitud, hacemos unas fotos y tomamos el Barranco de la Lupera que en dirección este nos ha de acercar al Mascún y antes a La Costera de Otín.
            El vallecillo amplio, tiene un camino que obliga a fijarse para poder seguirlo pues está escasamente transitado. Luego se estrecha y ahonda un poco para alcanzar un poste indicador en el que continuaremos trayectoria por un camino que enseguida se pierde en las paredes del Mascún
            Hemos de volver al cruce anterior y tomar el camino que en lugar de bajar asciende  un poco, pasa junto a un par de robles majestuosos y enseguida llanea un poco y se va para abajo con la intención de alcanzar el cauce seco del Barranco Mascún más abajo de los Oscuros de Otín.

La Ciudadela y la Cuca de las Bellostas.

            La costera ofrece un repechón considerable en el que una buena parte incluye una serie de lazadas continuas en terreno calizo descarnado. Nos cruzamos con un nutrido grupo de senderistas franceses que suben hasta Bara, no localizamos el camino de la mañana sepultado en el sotobosque de la ladera izquierda del barranco  y alcanzamos las inmediaciones de la Ciudadela y la Cuca de las Bellostas que fotografiamos con poca luz y un tanto distantes.
            Poco después alcanzamos el cauce seco del Mascún Inferior y proseguimos al sur por el lecho del barranco pasando pozas secas que marcan el nivel del agua con sus depósitos calizos. Estamos a 770 metros de altitud.
            Es más bonito el barranco con agua pero es lo que hay, cada época tiene sus encantos y si en esta ya no hay agua a cambio el recorrido ha estado cosido de flores.

Pasamos junto al delfín de Mascún. 

            Enseguida alcanzamos la Pared del Delfín de Mascún y sucesivamente el inicio de la Ferrata del Espolón de la Virgen ya con agua en el barranco y con personal un poco por cualquier parte dada la proximidad de Rodellar.
            Alcanzamos a continuación las Fuentes de Mascún en la orilla izquierda del barranco, echamos unos tragos de agua y proseguimos al sur para tras un pequeño error volver sobre nuestros pasos y tomar el camino que discurrirá por la orilla izquierda del barranco para abandonarlo enseguida.

Reflejos cerca de las Fuentes de mascún.

            Creo recordar como así será, que el camino se eleva por las paredes muy transitado y que enseguida remonta  para alcanzar la parte central del pueblo. Son las cinco y media de la tarde.
            Todavía nos acercaremos a la iglesia y luego nos bajaremos hasta el Camping Mascún: Anda Alvarito, mira a ver si pones un cartel en la entrada de abajo que tienes cerrada.
            Alvaro y Adela se han marchado ya a Huesca, tomamos unas cañas y alrededor de las seis cogemos el coche y nos volvemos, ahora sin errores, para nuestras casas.
            En la ducha soltaremos los 1100 metros de desnivel que hemos acumulado, repechón a repechón en la circular y los 22000 metros que habremos recorrido, en un día de vicio para caminar y que por ello lo hemos hecho durante casi ocho horas, lo que no es un tiempo excesivo.

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