8 jun 2016

41-16. ERMITA DE SANTA ENGRACIA A BURGUETE. 2-6-2016.



En Mendiaundi. 

Ermita de Santa Engracia, Collado Zaldegui, Puerto de Urkiaga, Collado de Adi, Casa Pablo, Mendiaudi, Collado de los Dos Puentes y Burguete.
02-06-2016.
Desnivel ascendido 1900 m.
Desnivel descendido1350 m.
Distancia recorrida 34500 m.
Tiempo efectivo 10:00 h.
Mixto,
Fácil.
Agua en el Collado Zaldegui, en el Barranco Sorogain y en Casa Pablo.
Cuando se plantea una travesía de varios días de duración hay que contar con todo: la climatología, la exigencia personal, los esfuerzos inesperados, el peso-libertad, los desplazamientos previos y finales… todo se da por bueno cuando la das por concluida sabiendo que habrá sido siempre diferente a lo previsto y en general más interesante. Las travesías tienen algo pero nunca son gratuitas, quizás sea eso.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Santa Engracia a Burguete procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Se nos hace calor a pesar de dormir ligeros de ropa pero puede más el cansancio y la noche se nos va en un suspiro facilitado por la comodidad de la hierba bajo el suelo de nuestra tienda. Con todo sin dilación llegan las seis y media de la mañana  y nos ponemos de patas en el 2 de Junio de 2016. Nos espera otra jornada interesante.
            Recogido nuestro campamento tras desayunar, son las siete, nos vamos carretera adelante para pasar de inmediato junto a una borda y coincidir enseguida con el GR. que habíamos abandonado. Estamos a 350 metros de altitud.

Nieblas hacia Urballo.

            La mañana está neblinosa como la de ayer, aunque hacia el sur-sudeste que es hacia donde nos dirigimos parece que sea algo más que neblina.
            De la pista pasamos a un camino bastante transitado que asciende intermitentemente mientras nos enseña las nieblas acantonadas algo más arriba.
            Aproximadamente una hora después alcanzamos el Collado Bailei y proseguimos para arriba en ascenso más consistente junto a una alambrada. El repecho nos introducirá en las nieblas que son ya notables sobre los 900 metros de altitud.

Ascendiendo hacia las nieblas que nos esperan en el hayedo. 

            Hace poco más de una hora que caminamos y fundamentalmente mi pierna izquierda me trae mártir e intermitentemente las molestias son tan dolorosas que me obligan a ralentizar el ritmo y a avanzar con cojera escandalosa. Suerte que los tramos empinados son los que mejor llevo.

Hayedo joven de camino a Argibel.

            Poco después alcanzamos el Collado Urballo sobre los 900 metros de altitud y trazamos una diagonal bastante llana hacia el este para proseguir en suave ascenso  sin paisaje que nos permita ni orientarnos ni disfrutar del mismo.
            Nos orientamos un poco al sur y enseguida alcanzamos la alambrada divisoria y las sempiternas palomeras y su pista de servicio para uso y disfrute de los cazadores.

Collado Argibel.

            Van a ser las diez menos cuarto, descendemos suavemente  por un hayedo  que ya echa agua por todas partes a causa de las nieblas y sugiero una parada para  comer un poco, descansarme un algo y tomarme un antiinflamatorio.

Uno de los cromlechs de Argibel.

            Veinte minutos después proseguimos camino para alcanzar la primera de las varias cabañas del Collado Zaldegui a 950 metros de altitud.

Primero de los refugios del Collado Zaldegui. 

            Las cabañas están cerradas pero hay una que tiene un leñero abierto que al menos puede servir para pasar la noche en seco y a cubierto.
            Salidos del irregular rellano de las cabañas dejamos a nuestra izquierda el hayedo y ascendemos la Peña de los Generales siguiendo escrupulosamente las balizas que no debemos perder en esa niebla. El paisaje es inexistente.

Remontando la Peña de los Generales hacia Bustalmorro.

            La mayor parte de nuestro camino está discurriendo  al este de la alambrada que es la zona donde mayoritariamente están establecidas las palomeras y muy de llano un poste indicador nos gira 90º al este lugar en el que iniciamos el descenso desde el Collado Enecorri situado a 1150 metros de altitud.

Bajando hacia Urkiaga.

            Llegamos a una cabaña de cazadores cerrada e inmediatamente nos introducimos en el Hayedo de Quinto Real olvidándonos de las nieblas.

Collado de Urkiaga.

            Se trata de un hayedo en el que un camino bastante húmedo desciende suave y persistentemente en dirección este durante alrededor de media hora para depositarnos en el Puerto de Urkiaga, situado a 912 metros de altitud cuando son las doce y cuarto.
            En el puerto cruzamos la carretera que pasa de Navarra a Francia y por la que llega un camión que de inmediato se pone a cargar haya en medio del lodazal que han organizado los maderistas con sus máquinas.
            Teníamos una idea equivocada del lugar al ser considerado jalón entre etapas. No vemos ninguna edificación y tampoco perdemos tiempo en buscarlas, cruzamos la carretera y tomamos una pista encementada que parte hacia arriba en dirección este. Llevamos 17 kilómetros de marcha y Burguete todavía no lo vemos ni siquiera en la distancia.

Amapolas pirinaicas en Urkiaga.

            Nada más iniciar la pista hay una pequeña cabaña con el aspecto de estar cerrada aunque ahora la han debido abrir los maderistas. Cerrada con cadena, asciende entre el hayedo suavemente, engravada con calizas claras y en muy buenas condiciones que paulatinamente se irán estropeando.
            Poco más arriba se allana, atraviesa un bosquecillo de alerces y termina por salir del hayedo a un praderío inclinado en la norte de Adi. Buscamos unas piedras que son la techumbre de un bunquer y nos sentamos a comer cuando es la una y cuarto.
            El sol pugna por colarse entre las nieblas que se rompen momentáneamente sobre el Collado de Adi al que se dirigirá la senda pero no será más que un breve espejismo: parece ser que hoy nos va a tocar exclusivamente caminar sin otra compensación.

El Collado de Agatun o de Adi.

            Media hora después proseguimos por el camino que corta el praderío y enseguida alcanzamos el Collado de Adi en el límite con el bosque.
            Poco más al este recuperamos la alambrada que baja de la Cima de Adi y charlamos con una pareja que acaba de bajar del pico. Nos dirán que tienen una casa en Piedrafita y que las predicciones meteorológicas han cambiado radicalmente.
            Cruzamos la alambrada y nos introducimos en el hayedo recorriendo un camino que finalmente nos conduce al Barranco Sorogain para pasar a su orilla izquierda.Poco después cambiaremos de orilla por un puente metálico y proseguiremos junto al mismo que se arrellana y ensancha alcanzando el fondo del Valle de Erro.

Llegando a Casa Pablo en el Valle del Sorogain. 

            Todavía volveremos a cruzar el barranco y proseguiremos al sur por soleados prados pues en el valle el día está sensacional. ¡Ya era hora!
            El camino se alarga llano y enseguida nos deposita en una carretera en las inmediaciones de Casa Pablo a 850 metros de altitud. Van a ser las tres y media.
            He bajado muy mal el hayedo pero ahora, llaneando, el asunto mejora y esperemos que el repechón que viene de seguido sea llevadero.

Adi con permiso de las nieblas.

            Ni siquiera llegamos al caserío puesto que iniciamos la subida en dirección este por una ladera próxima, mediamente inclinada y muy mojada debido al sobradero de la acometida de agua. Luego, pacientemente ganamos altura mientras echando la vista atrás contemplamos el Adi del que se quieren marchar las nieblas.
            Alcanzamos una valla de delimitación cuando la ladera se arrellana y proseguimos junto a la misma  por una pista que ha venido a nuestro encuentro en el Collado de Arbilleta situado a 1070 metros de altitud.
            Seguimos al este en suave ascenso hasta que alcanzamos  la confluencia de dos alambradas sobre los 1150 metros de altitud.

En el Collado de Arbilleta.

            Siguiendo las balizas descendemos a un collado con palomeras y cuando creíamos que deberíamos comenzar el descenso a Burguete las balizas nos hacen remontar junto a la alambrada para alcanzar la plana cima de Mendiaundi situada a 1232 metros de altitud. Para entonces ya estoy medio convencido que la GR11. se ha tenido que marchar en descenso al sudeste en busca del Barranco Mendiaundi pero…
            De la cima descendemos directamente al amplísimo Collado de los dos Puentes, lugar donde desaparecen las balizas del GR.
            Son las cinco menos cuarto, habría que volver remontando los dos últimos resaltes pero tirando de lógica, la pista que llega a este collado, malo será que no baje hacia Burguete, aunque por la dirección de llegada al mismo parece ser que viene desde Ibañeta o desde Roncesvalles.

Bajando al Collado de Dos Puentes.

            Echamos un bocado sentados en una palomera y tomamos la pista que marcha llana al norte faldeando la Loma de Bustarkomendi: si al final no gira al este la habremos fastidiado.
            Sí, gira al este rodeando casi toda la loma, atajamos una revuelta visible por praderío y tras terminar un poco más el rodeo se introduce en el hayedo y se va para abajo. Al menos no nos va a cambiar de valle.
            Un par de largas lazadas nos depositan en un cruce acartelado: Burguete, Auritz, está a veinte minutos.

Tomando la pista que esperamos nos baje a Burguete.

            La pista enseguida alcanza el rellano, se ensancha y en el tiempo anunciado nos aproxima al pueblo. Antes de alcanzar las primeras casas aparecen las balizas rojiblancas que ya no nos van a ser necesarias.
            Entramos a Burguete por la parte norte, recorremos un tramo de la calle principal y nos llegamos a la furgo cuando son las seis y cuarto Estamos a 900 metros de altitud, la tarde está espléndida, la furgo a la sombra y me creo que vamos a dar por finalizada la travesía por este tramo.

En el Rellano de Roncesvalles cerca de Burguete.

            Nos hemos chupado 34,5 kilómetros con un ascenso acumulado de 1900 metros y un descenso de 1350 metros y no sé muy bien si nos hemos pasado un pelín o es que ya no estoy para estos trotes pero en tres jornadas nos hemos recorrido 107 kilómetros, subido 4450 metros y bajados 3550 metros con una carga a la que no estamos acostumbrados pues las clavículas molestan en condiciones.
            La verdad es que no tenemos ninguna prisa y tampoco me apetece gran cosa tirarme tres horas en la carretera; así que decidimos quedarnos pues en la furgo estamos muy cómodos y tenemos todo lo que necesitamos para pasar la tarde empezando por cambiarnos de ropa, sacar las cervezas que están frescas y echarle los tenedores o los encurtidos que nos quitarán las penas de estos días. Mañana ya se verá.

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