Se adivina más que se ve el corredor cimero en la Sur de Samola Baja.
Fuente del Paco, Refugio de la Espata,
Barranco Bozuelo. Collado de Marañán y Cara Sur. Descendo de un tramo de pista
a Villanúa y Sendero directo a la Fuente del Paco.
17-02-2017.
Salida 09 h. Llegada 16 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Samola Baja procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Samola
Baja es uno de los picos de la Sierra de la Partacua que veo desde mi casa: su
vertiente este casi siempre rocosa y su cara sur que vestida de nieve refulge
amable al sol de la tarde en una perenne invitación.
Tenía
ganas de Samola con los esquís pero sabía que la ascensión no suele ser
cómoda debido a su situación que exige largo
recorrido y un desnivel importante aun eligiendo las condiciones.
Había
que ir a Samola y hoy 17 de Febrero de 2017 le ha tocado, bueno, nos ha tocado.
Iniciando el porteo en el Puente de la Fuente del Paco.
La
Pista de Villanúa a la Trapa requiere el lío del permiso, la barrera está muy
abajo y en muchas ocasiones los Ventisqueros de Letraz no dejan pasar ni
siquiera a los todoterrenos así que te queda una enorme pista hasta el Cubilar de la Espata y además, con frecuencia ofrece cortes en la nieve con
lo que suele ser un auténtico “chollo.”
Queda
la alternativa de la Fuente del Paco, a 1250 metros de altitud y un camino que
conocemos poco y allí estamos a las nueve de la mañana.
En el tercer rellano ponemos los esquís con nieve dura.
Cargamos
esquís y raquetas e iniciamos el camino que en dirección este se marcha por el
Barranco de Villanúa para pasar enseguida a su orilla derecha y proseguir en
consistente ascenso por el Bosque de Puycerbera. Hay alguna mancha de nieve que
aparece más consistente en las zonas de prados donde se arrellana el camino.
Tras
vencer la tentación de calzar los esquís, al tercer rellano lo hacemos tras
chuparnos cuarenta minutos de porteo, estaremos sobre los 1500 metros de
altitud, la mañana es espléndida y la nieve en los claros está dura y lavada
por la lluvia.
Cerca de la confluencia con la Pista de la Trapa.
Hay
una vieja huella que nos viene de cine para seguir el camino en el bosque que
cruza diversos barranquillos siempre en muy suave ascenso y finalmente nos
deposita en la pista justamente en la revuelta de debajo del refugio. El camino
en estas condiciones no es cómodo ni para foquear ni para esquiarlo en
descenso.
Juan
ataja y nosotros hacemos la última vuelta por la pista que está muy bien nevada
y con nieve dura todavía pues ha habido un buen rehielo.
En el Barranco de Bozuelo.
Son
las once menos cuarto cuando estamos a 1670 metros der altitud y entramos al
Barranco Bozuelo por encima del Refugio del Cubilar de la Espata siguiendo una
huella que se adentra por el barranco.
Hemos
terminado la primera parte del recorrido y viene ahora la segunda que es un
barranco lineal y sombrío pero a pesar de nuestras suposiciones con nieve que
mejora de condiciones.
Saliendo del tieso del Barranco Bozuelo.
Ponemos
cuchillas y lo subimos por el fondo sin hacer los quiebros del camino de verano
que pasa por la derruida Cabaña de la Espata. Tiene un resalte inicial algo
erguido pero enseguida se acuesta un poco y nos deposita en la Pared Oeste del
Collado de Marañán.
Pala de salida bajo el Collado de Marañán.
No
hay que alcanzar el collado situado a 2060 metros de altitud sino que hay que
remontarlo hacia el norte superando una erguida pala que soleada ya, presenta
una buena nieve. Alcanzado un pequeño collado, abandonamos el Desagüe del
Marañán completamente cubierto de nieve y nos vamos en busca de la cara sur de
nuestro objetivo ya por encima del Collado de Marañán. Son las once y media
pasadas y hemos recuperado una buena parte del tiempo empleado en la parte
inicial.
Situándonos por encima del Collado de Marañán.
La
alomada Arista Sudoeste de Samola nos enseña algunas piedras descubiertas por
el viento y deja traslucir algunas otras
que nos invitan al cuidado y la atención. Ante nosotros se extiende toda la
amable inmensidad de la Sur de Samola Baja que subiremos pacientemente pues las
piernas me pesan en otro “viernes de pasión,” ¡no dejes el futbol sala, eh!
Juanillo de frente con Collaradeta.
Vamos
ascendiendo pequeñas depresiones paralelas separadas por incipientes cordones
rocosos, siempre en dirección nordeste, pues vamos a atravesar toda la pala sur
de un lado al otro. Lo hacemos de manera gradual para ganar altura pues no en
vano hay que remontar 500 metros.
La Sur de Samola Baja.
Alcanzada
la zona central de la pala y aprovechando un bloque calizo emergente nos
sentamos a echar un bocado al delicioso sol de la mañana. Se nos va casi media
hora pero se está tan bien…
En la amable Sur de Samola Baja.
Hay
que continuar con la diagonal hasta alcanzar
el extremo este de la pala superando un tramo un poco más erguido y
equivalente al que podríamos haber ascendido de forma más directa recortando la
diagonal.
Alguna piedra aflora en la Sur de Samola Baja.
Nos
hemos pasado de la vertical del corredor cimero al objeto de trazar otra
diagonal que nos permita alcanzar el colladito de acceso al altiplano cimero.
Lo haremos tal y como lo tenía pergeñado y el ascenso resulta consistente y
aceptablemente cómodo, en un tramo de pared algo erguido. Las cuchillas nos
ayudan con la nieve que está muy transformada.
En la Cima de Samola Baja, este año si.
Alcanzado
el altiplano cimero se hacen zuecos pero en este lugar son incómodos pero
intrascendentes. Allí viramos de nuevo al este y en suave ascenso alcanzamos la
Cima de Peña Samola Baja situada a 2568 metros de altitud. Es la una del mediodía, nos hemos chupado 1350 metros de desnivel y
me encuentro zurrado de piernas y riñones lo que no es el mejor estado para
ponerse a esquiar. Lo que acostumbra a ser uno de los placeres buscados por los
traveseros es un dudoso placer para
nosotros.
Retona desde Samola Baja.
Hacemos
fotos en una cima que ha sido toda para nosotros pues la huella del inicio del
Barranco Bozuelo había marchado hacia Espata fundamentalmente y como excepción hasta la Derruida Cabaña de la Espata.
Samola Alta desde Samola Baja.
Las
Collaradas, Nevera, Samola Alta y Retona compensan de casi todos los esfuerzos
y el sur nos acompaña cálidamente azul y empenachado de Blanco: Suerio,
Manchoya, Erata, Oturia, Guara, Oroel… Más cerca Burrambalo, Ralla, Espata,
Balposata…
Oturia y Santa Orosia desde Samola Baja.
Alrededor
de la una y media comenzamos el descenso del altiplano con nieve costra pero
tan pronto como nos introducimos en la sur comienza el festival de nieve
primavera que disfrutamos a pesar de todo. La esquiada promete ser
extraordinaria como así será.
Iniciando el descenso de la Sur de Samola Baja.
Paramos
a comer en la misma piedra que hemos almorzado y luego proseguimos descenso con
una nieve que blandea un poco más de la cuenta para los expertos pero que a
nosotros nos sabe a gloria.
Disfrutando en la Sur de Samola Baja.
Terminada
la cara sur entramos al Barranco Bozuelo por la pala erguida que, bien soleada,
se gira de cine para esquiar el fondo del barranco ahora al sol y con nieve
bastante transformada que resulta deliciosa.
Entrando al Barranco Bozuelo que está divino.
El
rellano con nieve dura nos conduce al Refugio del Cubilar de la Espata para
coger agua en el abrevadero e introducirnos en la pista.
Desde el Rellano del Barranco Bozuelo.
Hemos
decidido descender por la pista y así lo
hacemos. Sabemos que habrá que portear algo y además retornar el kilómetro y
medio hasta el coche pero…
Descenso Intermedio desde el Refugio de la Espata.
Bajamos
alrededor de 4 kilómetros de pista con un solo corte y dos pasos justos pero en
general con muy buena nieve que se desliza muy bien, incluso rápida en los
sombríos.
Descenso directo hacia la Fuente del Paco.
Un
segundo cartel situado sobre los 1450 metros de altitud nos ofrece un camino
para bicicletas cuyo rótulo no identificamos pero que nos tiene que llevar
hacia el coche. Indica que baja 200 metros y por la altitud tiene que ser
adecuado a nuestros intereses.
Cargamos
esquís y raquetas en las mochilas y en veinte
minutos cortos primero por camino, luego con atajos al camino sobre
suelo mullido por la hojarasca nos plantamos en el coche. Previamente el camino
se había convertido en amplia tiradera de madera y alcanzado los prados
abandonados que reconocemos.
Pareja de crocus en flor.
Son
las cuatro de la tarde y el día ha podido salir mejor pero no es muy fácil
mejorarlo. El día ha sido espléndido de cabo a rabo, pero con este anticiclón
que se nos ha echado encima y con estas temperaturas, no sé qué futuro tiene la
nieve. Disfrutaremos mientras podamos.
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