24 may 2019

40-19. MALADETA CLASICA DE PRIMAVERA. 22-5-2019.


Esquiando el Glaciar de la Maladeta.

La Besurta, La Renclusa, Glaciar de la Maladeta, Collado de la Rimaya y Arista Oeste.
23-05-2019.
Salida 09:45 h. Llegada 17:15 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de la Maladeta procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Estamos en Mayo y toca Benasque con permiso del calendario y de la meteorología. Hace unos días cayó una nevada tardía y hoy 22 podríamos aprovecharla,  aunque la gran oscilación térmica de estos días nos anuncia un buen rehielo y, consecuentemente, marcharemos sin prisas sabedores de que cuanto mayor es la fusión más consistente es el rehielo del día siguiente. Es lo que hay en este 2019, año un tanto extraño para la nieve pero o te adaptas o…

Preparándonos para comenzar la jornada en la Besurta.

            Son las nueve y media de la mañana cuando llegamos a la Besurta tras dos horas de coche. Hay sitios en los aparcamientos de arriba en medio de una mañana espléndida en todos los sentidos y el día se anuncia extraordinario. Estamos a 1910 metros de altitud.
            A las diez menos cuarto comenzamos con un porteo de alrededor de veinte minutos para alcanzar la nieve en el resalte intermedio de camino a la Renclusa. A la entrada del rellano calzamos los esquís y proseguimos foqueando sobre nieve justa para hacerla sin cuchillas.

Calzamos los esquís bajo la Renclusa. 

            Echamos casi una hora para alcanzar el refugio a 2140 metros de altitud y lo pasamos por la trasera para enlazar lenguas de nieve entre afloraciones de praderío y granito para alcanzar el glaciar. La Maladeta nos orienta.

Llegando a la Renclusa. 

            Hay huellas un poco por todas partes y vamos tomando las que mejor nos parecen para salir de las paredes del Pico de la Renclusa y orientarnos al sur  y ascender las palas próximas a la Cresta de los Portillones, lo de siempre.
            Juan se ha olvidado la gorra y hoy va a ser necesaria por lo que vuelve alrededor de 150 metros en su busca. Entre tanto nosotros continuamos. Vamos relajados pues la nieve está estupenda para foquear, las vueltas maría son agradables pero subo mal con las pulsaciones por las nubes y con paradas continuas. Llevamos quince días sin hacer nada y ayer me pasé en el jardín pues ya no tengo costumbre de trabajar.

Ganando altura en el Glaciar de la Maladeta.

            Un ascenso conocido y en unas condiciones envidiables se convierte en un enorme martirio que se hará más llevadero tras la parada que hacemos en el desvío al Portillón Superior a 2850 metros de altitud. Son las doce y esperamos un poco a Juan pues también le pesan hoy las raquetas y eso sí que es raro. Menudo panorama dice Rosa cuando me ve que me quito los esquís y como un zombie vuelvo unos pasos para asomarme a verlo. Echamos un café y un trago.

Hacia el Portillón Inferior. 

            La continuación, orientados por el Corredor al Collado de la Rimaya es más suave pues las rampas se dulcifican, lo que es una enorme tontería porque puedes trazar por donde te venga en gana con esta nieve aunque mejor seguir alguna huella ya que la nieve comienza a estar profunda.
            Hacemos una parada con Paco Martínez, de Zaragoza, no Soria, pues me llama Julio. Una vez más me han confundido con Julio Benedé y continuamos ya con el incentivo de que allí mismo tenemos el Corredor al Collado de la Rimaya.

Una parada antes de continuar hacia el Collado de la Rimaya. 

            Por encima de los 3150 metros descalzamos esquís, yo con ganas. La nieve está muy blanda, se podría subir sin crampones pues hay muchas huellas pero los ponemos y nos vamos para arriba.
            El corredor no tiene más historia que la de unos metros iniciales con nieve muy profunda que nos roba las pocas energías que nos quedan y el tramo superior erguido que con mejor nieve se hace más llevadero.

Huellas profundas hacia el Collado de la Rimaya. 

            Va a ser la una y media cuando esperamos a Rosa que sube a su marcha en el Collado de la Rimaya a 3221 metros de altitud. Hay algunas nieblas que van y vienen pero que no nos preocupan en absoluto.

Ultimas rampas bajo el Collado de la Rimaya. 

            Tomamos la suave arista en dirección este y remontamos tratando de recuperarnos para alcanzar la Cima de la Maladeta Oriental o Maladeta situada a 3312 metros de altitud cuando son las dos pasadas.

En el Corredor al Collado de la Rimaya. 

            Sin demasiadas ganas nos sentamos a comer y a beber pues no lo hemos hecho, como siempre. Un esquiador viene del Abadías con los esquís en la chepa y nos pide agua.  A posteriori sabremos que es ljoteando pues es un riojano muy agradecido. No tenemos mucha pero le damos un par de tragos. La sudada ha sido del quince y me pongo el cortavientos a pesar de que el día está escandalosamente espléndido.

Maladeta Oriental o Maladeta desde el Collado de la Rimaya. 

            Media hora después iniciamos el descenso algo recuperados. Bajamos el corredor de espaldas al valle hasta la mitad para hacerlo de cara en su otra mitad y llegarnos a los esquís.
            Tenemos un poco más de agua de la que suponíamos y se la ofrecemos al esquiador que baja detrás. Nos dice que si tenemos un blog. Lo consulta para saber las condiciones de la nieve y nos alegra, pues la cabecera del mismo dice que si le puede servir a alguien pues cojonudo.

En la Cima de la Maladeta. 

            Ya se sabe que cuando se llega arriba demasiado zurrado con los esquís el descenso acostumbra a ser penoso, pues para disfrutar del descenso hay que tener las piernas en condiciones. Pues eso.

Aneto y Cresta del Medio desde la Maladeta. 

            La nieve está blanda desde arriba y habrá que trabajar casi cada giro pero es lo que hay a las tres pasadas en un día como hoy. Juan ha marchado delante y nosotros bajamos sin demasiadas vueltas como es nuestra costumbre pues hoy están caras.

Volviendo al Collado de la Rimaya. 

            Encontramos al trío de franceses que se han eternizado bajo el Pico del Collado de la Rimaya que están parados con algún problemilla. Nos dirán abajo que “muy difícil” con razón pues con la nieve de hoy no han subido.
            Ya en la parte baja del glaciar la nieve sigue muy blanda pero no peor que arriba, lo que se agradece y llegamos a la Renclusa siguiendo nuestra huella de subida. Son las cuatro pasadas.

Saliendo del Corredor al Collado de la Rimaya. 

            Echamos unos tragos de agua sentados en los bancos de la entrada del refugio y un rato después continuamos con los esquís bajando hasta el punto en el que los hemos calzado a la subida. Al ser una zona poco soleada, la nieve se mantiene muy decente.

Narcisos en la Besurta.

            Luego otros veinte minutos de porteo, primero con trampas de nieve y luego con pocas ganas, nos depositan en la Besurta  cuando son las cinco y cuarto. Los 1400 metros de desnivel de hoy nos han sabido a muchos más y el deseado placer buscado, solo en contados momentos lo he percibido, yo al menos.

La Maladeta desde la Besurta.

            Y mañana más y esperamos que mejor, que es fácilmente posible.

4 comentarios:

  1. Hola Mariano.

    Muy bonita la ascensión, una pena que no pudieras disfrutarla, pero hay días que el cuerpo no funciona como nos gustaría y toca salvar la jornada lo mejor posible.

    Esta zona, la tengo muy dejada, las casi tres horas que hay desde Zaragoza, hace que me dé mucha pereza.

    Un saludo

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  2. ¡Hola Eduardo!
    Ahora, en Primavera y con buenas temperaturas, hay que salir con las cuchillas para que todo vaya bien. De esa forma el corredor está bueno para los crampones y el descenso se disfruta ya que la nieve ha reblandecido lo justo.
    Nosotros la hicimos, como digo yo, en blando pero ese no es más problema que el de trabajarte algo más los giros pues la nieve estaba muy pesada. El resto salió como salió y no queda más remedio que pagar el peaje correspondiente: padecimiento continuo en el ascenso y no disfrutar el descenso pues cuando llegas arriba demasiado sobado es lo que toca.
    Tampoco no vamos demasiado nosotros por la pereza ya que ahora tenemos solamente un par de horas a la Besurta pero a pesar de ello dos o tres veces al año no faltamos.
    ¡Que vaya bueno!

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  3. Buenas Mariano
    Muchas gracias por el trago de agua( la verdad que venía petado) se nota la falta de costumbre y lo larga que fue la jornada( picos coronas en medio abadías y maladeta) la bajada la hice pegado a los portillones y al pico la renclusa y pese a que no podía disfrutar por el cansancio conocí zonas nuevas.
    Enhorabuena por el blog y que sigáis tirando tanta labor por pirineos.
    Un saludo desde la Rioja

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  4. De nada ljoteando. Somos montañeros de los de antes, no sé si ahora también y lo compartimos todo en la montaña como si fuéramos amigos de toda la vida.
    La jornada pues eso, de cansancio igual te lo cambiaba. Espero que solamente fuera un día malo. El descenso del Glaciar de la Maladeta es muy bueno pegado a la Cresta de los Portillones. Nosotros siempre lo hacemos así pero al final y por miedo a la falta de nieve nos salimos un poco de esa línea. Otros bajan más por medio pero se trata siempre de disfrutar.
    No estaba para muchos trotes y no te pregunté. Me gusta referir a las personas con las que comparto el monte y lo haré a posteriori.
    Bueno ljoteando, si alguna vez quieres saber algo, ya sabes.¡Que nos volvamos a ver en el monte!

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