Casquete Somital Norte del Petit Gabizos.
Carretera del Aubisque, Barranco de la Escala, Circo de Litor, Corredor Noroeste al Col Portet, Corredor a Brecha
Edouard y Arista Norte. Descenso a Brecha Edouard, Ladera Este, Cresta Barbat,
Col Saucede y GR. a carretera.
27-07-2020.
Salida 08:30 h. Llegada 15 h.
Sol,
Bastante fácil.
Ascensión.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
-Escuchar
tíos, el Petit Gabizos tiene una vía asequible para subirlo…
-¡Vaya,
menudo hallazgo!
-No
tendrá más que algún paso de II.
De
allí a diseñar una ruta circular no hay más que echarle un poco de ganas y
paciencia para esperar que la meteorología y las disponibilidades nos permitan
una escapada a la vertiente francesa y eso se produce el 26 de Julio de 2020.
Madrugamos
pues hay que subirse el Portalet y seguidamente de bajarlo, el Aubisque.
Salimos a las seis y media de la mañana y dos horas después estamos aparcando
en el Barranco de la Escala, hay sitio para cuatro o cinco coches a 1360 metros
de altitud.
Volvemos
caminando alrededor de 300 metros hacia los túneles de la Carretera de Aubisque
a Soulor para tomar el camino que señalado por un hito se va a elevar al sur en
busca del Circo de Litor.
El
camino asciende consistentemente primero a la sombra del bosque, cruza una rama
del barranco de la Escala y prosigue ascenso por praderío inclinado con
tendencia a acercarse a las Paredes de la Norte del Petit Gabizos.
Ya se asoma el Petit Gabizos.
Hemos
dejado a nuestra derecha el Paretazo del Crestón Norte de la Pequeña Peña Medaa,
pero sabemos, pues conocemos el camino, que frente a nosotros la pendiente
cederá y entraremos en el Circo Colgado de Litor que alcanzamos sobre los 1900
metros de altitud, un rellano pastoril custodiado por la Cabaña Larue, tras una
hora bien aprovechada de camino.
No
iremos hasta la cabaña sino que desde el umbral del rellano giramos al este
orientados por el enorme corredor que asciende toda la cara oeste del pico en
busca del Col Pourtet que separa a los dos Gabizos.
Se
trata de un corredor amplísimo y orientado al noroeste, pero partido por un
crestón longitudinal que se inicia con una aguja muy notoria.
Nosotros,
esperando una pedriza más mineral nos marchamos en busca de la rama de corredor
situada al sur del crestón divisorio y lo que hacemos es progresar por una
ladera herbosa, bastante inclinada y menos mineral que la rama que hemos
desechado.
Pero
tiene un problema y es que no alcanza el
Col Pourtet sino que se cuelga en las paredes del Gran Gabizos.
Consecuentemente tenemos que alcanzar el crestón para cambiar de rama de
corredor y eso nos va a exigir ascender un paretazo herboso y algo escalonado
que hay que hacer con cierto cuidado y con la duda sobre lo que encontraremos
arriba.
Desde
arriba visualizamos la rama de corredor que culmina en el Col Portet y una
facilísima incorporación al mismo que hacemos de inmediato. También vemos la
rampa que en la orilla derecha del corredor se incorpora a la Pared Oeste del
Petit Gabizos.
Ascendemos
unos metros buscando materiales estables, pero finalmente cruzamos el
corredor ya muy próximos al collado y
buscamos la amplia entrada en la pared que se puede hacer eligiendo escalones
de buena roca con algunos materiales sueltos.
Por
encima de nosotros y orientado al norte se ve el corredor que desde abajo se
imaginaba: no tiene mal aspecto.
Es
una vira encajada entre paredes que se abre paso entre la pared oeste del pico
y unos torreones desgajados de la misma que conducen a las Touergue.
El Col Pourtet.
Son
las once menos cuarto cuando alanzamos la Brecha Edouard situada sobre los 2500
metros de altitud donde nos recibe el sol y la Arista Norte del Petit Gabizos
que tiene un delicadísimo aspecto.
Rampa de Entrada a la Oeste del Petit Gabizos.
Giramos
al sur y faldeamos las primeras agujas por el este, es un tránsito horizontal
sencillo que nos enfrenta a un tramo de arista que haremos ligeramente al este
de la misma y que nos conduce en suave ascenso al casquete somital que está
rayado por una fisura que no parece difícil entre placas que sí lo son.
Entrando a la Oeste del Petit Gabizos.
A
la entrada de la fisura algo herbosa dejamos los bastones. Poco más arriba hay
un bloque empotrado que tapona la fisura y obliga a un paso largo. Nosotros lo
cambiamos por un diedro muy estrecho, a la derecha del mismo, de buena roca y
pocas presas que se trepa decentemente pero con dificultad similar, será de III
en descenso.
Bajo la Brecha Edouard.
Más
arriba la arista se acuesta algo y con algún apoyo de manos nos deposita en la
Cima del Petit Gabizos cuando el reloj marca las once.
En
la cima nos sentamos a echar un bocado y a disfrutar de un paisaje un tanto
deslucido por la neblina que el sol ha ido pariendo al paso de la mañana, pero
nos preocupa el descenso a pesar de que hemos visto un inicio fácil por las
inmediaciones de la Cresta de Barbat orientada al nordeste.
Petit Gabizos desde la Brecha Edouard.
Media
hora después iniciamos el descenso que
haremos aproximadamente por donde hemos hecho el ascenso y cuando ya estamos
próximos a la Brecha Edouard, nos liamos
en otra subida en busca de los bastones de Juan: terminamos repitiendo el paso
complicado pero recuperando los bastones que era el objetivo.
Faldeando los primeros gendarmes de la Norte del Petit Gabizos.
Alrededor
de las doce y cuarto estamos en la Brecha Edouard y tomamos la amplísima ladera
que se descuelga al este con aspecto de transitable, al menos en lo que hemos
visto desde arriba. Pero hay una largada de 500 metros de desnivel al menos y
eso siempre es una incógnita.
En la Fisura Norte del Petit Gabizos.
Faldeamos
las Agujas de las Touergue por el este en suave descenso y continuamos para
abajo por las inmediaciones del filo de la Arista Barbat que nos ofrece
materiales calizos firmes, pero el tramo es corto: la arista se queda colgada y
proseguimos en una ladera poco escalonada
con apoyos terrosos inclinados y pequeños y con escasos asentamientos
herbáceos.
Foto de Cima en Petit Gabizos.
La
pendiente es sostenida y deambulamos de aquí para allá en busca de tramos más
agradables dentro de un tono general algo desagradable. ¡Cómo bajaríamos con
los crampones!
A
nuestra izquierda sigue la arista y a nuestra derecha se quiere poner de
manifiesto un corredorcillo que nos tienta y al que en algún momento accedemos
a su fondo, tan inclinado como el resto de la pared.
El Corredor a la Brecha Edouard y las Tourgues.
Será
necesario perder muchos metros con cuidado y paciencia benedictina para poder
cruzar el barranco y entrar en una zona de placas lisas en las que
liquidaríamos la pared de forma rápida pero conforme nos vamos acercando a los
pretendidos puntos de cruce los desechamos, porque además de estar muy lisos e
inclinadas todavía tienen muchos materiales sueltos.
Bajo las Tourgues tomaremos la rampa herbosa que baja junto a la arista.
De
esta forma hemos de proseguir con nuestra línea de descenso cuando la ladera se
inclina algo más. Voy delante pero todo es equivalente, de tal forma que yo
descenderé un lomo próximo al corredor y mis socios terminarán bajando por un
corredor herboso e inclinadísimo próximo a la arista que va a morir sumergiendo
sus pies calizos en un pequeño hombro herboso. Con el cambio de pendiente
respiraremos.
Poco a poco vamos dejando arriba al Petit Gabizos y las Touergues.
La
arista se ensancha convertida en loma amplia que prosigue para abajo muy
herbosa pero ya cómoda a la vez que a nuestra derecha el barranco se ahonda y
nos quita de la cabeza la idea de bajar al fondo de la confluencia de torrentes
donde se acumulan neveros residuales.
Tendremos
que descender al menos 300 metros más por campas herbosas antes de que por
delante de nosotros se dibuje la continuación de la arista.
Juan
marcha un poco al norte tratando de atajar para llegar a la carretera que se
dibuja todavía bastante abajo pero yo no me fío de esa ladera y prefiero proseguir
por la arista que me puede ofrecer escapatorias fáciles en caso de necesidad.
Vista arriba desde el hombro de la Arista Barbat.
Por
la arista, que de cuando en cuando se salpica con algún resalte también herboso,
descendemos hasta el Col de Saucede faldeando por el sur un último resalte algo
más potente y allí frente al Turón de Saucede tomamos el GR. que viene desde el
Col de Soulor tras un descenso lineal de alrededor de 1000 metros y ya sobre los 1550 metros de altitud,
continuamos descenso en busca de la carretera donde nos espera Juan que ha
tenido que agarrarse en las hierbas para descender algún que otro tramo
complicadillo.
La pendiente se modera herbosa hacia el Col de Saucede.
Suponíamos
que al ser la vía de ascenso desde el Col de Soulor sería una vía transitada en
la que nos guiarían los hitos pero no hemos visto un solo hito en todo el
descenso. Subir esta vía, conociendo un poco el terreno es factible, pero
bajarla es desaconsejable incluso contando con terreno seco.
Desde el Col Saucede con el GR. en busca de la carretera.
Un
kilómetro de carretera nos conduce a la furgo cuando son las tres de la tarde y
estamos contentos por haber desentrañado algunos secretos del Petit Gabizos,
además de habernos chupado 1300 metros de desnivel de una tacada tanto en
subida como en bajada; todo junto no
será mayor problema ya que una ducha en un torrente que salta junto a la
carretera y unas cervezas frescas lo pondrán todo en su sitio y mañana más, que
a eso hemos venido a las Galias.
Hola Mariano.
ResponderEliminarEsta zona tan solo la conozco de cuando hacía ciclismo e íbamos a Francia, a subir puertos de montaña. Al final por un sitio u otro, siempre acabáis encontrando el paso bueno, aunque esa bajada es bastante tiesa.
Un saludo
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarEl descenso es bastante tieso por encima de los 500 metros de bajada. Se puede hacer con cierta paciencia y costumbre aunque no sea recomendable pero lo peor es la incertidumbre sobre si podrás pasar o no, aunque sea un reto que nos imponemos.
La zona es amplia con mucha caliza en Gourette y bastante metamorfismo alrededor. La caliza tiene muchas posibilidades con buena roca y el resto es clásico de la vertiente francesa: laderas herbosas y empinadas y finales rocosos erguidos. Los caminos bien indicados pero no así los picos reservados para montañeros que colocan hitos.
Acostumbramos a ir de cuando en cuando pero tampoco demasiado.
¡Que vaya bueno!