Cerbín desde el Tozal de las Salineretas.
Campo, Castillo de Sin, Biescas, Camino de
Cerbín, Arista Sudoeste, Cornuchuelo, Tozal de las Salineretas, Cerbín, Tozal
de las Salinereteas, Arista Sudoeste, Castillo de Beleder y Campo.
07-07-2020.
Salida 08:30 h. Llegada 16:15 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Cerbín procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Son
las ocho y media de la mañana cuando aparcamos en Campo bajo la sombra de unos
fresnos a 700 metros de altitud, el día se promete cálido. Al nordeste se
perfila la Sierra de Cerbín y por allí trataremos de hacer una circular y echar
una visual a los Valles de Bardají y Garona, terreno que desconocemos
prácticamente.
Iniciando el camino en Campo hacia el Castillo de Sin.
Y
puesto que va a ser una circular la iniciaremos desde el lugar más próximo para
nosotros y es junto al parque de la localidad donde unos carteles nos ponen en
camino hacia el Castillo de Sin balizado en amarillo y blanco que a la salida
del pueblo nos lía un poco, pero enseguida entramos en un pinar seco avanzando
al norte y en la ladera izquierda de un barranco.
Hay
que apartarse unos metros del camino para acceder al emplazamiento de las
Ruinas del Castillo de Sin, situado a 856 metros de altitud desde el que se
tiene una buena vista de la Llanada de Campo.
Campo desde el Castillo de Sin.
Retomada
la senda que se orienta al este y sinuosamente algo llana nos ha de acercar a
Biescas tras pasar el barranco que todavía con agua nos muestra el camino a
unas pozas a las que no iremos a estas horas de la mañana. Son las nueve y
media.
Con hitos como este no hay miedo a perderse.
En
la parte alta del pueblo sobre los 820 metros de altitud, el camino se va al
norte y se abre en dos muy bien indicado. Nosotros sabemos que Aguascaldas es
el pico más oriental de la sierra y elegimos esa opción. El camino está recién
limpio y decorado profusamente de amarillo.
Veinte
minutos más tarde el camino que no asciende se corta indicándonos la inmediatez
de una ermita, creo recordar que de San José y enseguida caeremos en la cuenta
de que Aguascaldas debe ser también algún pueblo del piedemonte de la sierra y…
Nuestros objetivos desde Biescas.
Otros
veinte minutos de vuelta ya bien metidos en calores nos llevan a Biescas y allí
tomamos la opción de Cerbín, también con viejas balizas amarillas y algunos
hitos de piedras que nos permiten seguir el camino perfectamente.
Hemos
de hacer una larga diagonal al noroeste entre un monte bajo compuesto de
carrascas, sabinas, enebros, bojes y alguna zona de pinos, ascendiendo muy
suavemente y agradeciendo las escasas zonas de sombra por las que pasamos en
medio de un sustrato calizo bastante blanquecino.
Las tres cimas del día desde la travesía por la falda de la sierra.
Pasadas
las once y a la sombra de unas carrascas crecidas nos sentamos a echar un breve
bocado y a beber pues se hace sed. Un cuarto de hora después proseguimos y
enseguida alcanzamos la confluencia de caminos también acartelada que nos
confirma nuestra correcta situación. Estaremos sobre los 1300 metros de
altitud.
El barranquillo colonizado de genistas.
La
continuación es una loma bastante tendida en la que un camino fundamentalmente
rectilíneo se eleva al nordeste en busca de un barranquillo seco en la que se
instala la genista en flor y progresando por el fondo transitamos un agradable
túnel de bojes que nos deposita en un praderío
salpicado de pinos y decorado al amarillo oro de la genista hórrida en
flor.
Hacia Cornuchuelo.
Son
las doce cuando alcanzamos un collado al que llega una pista proveniente del
norte y con ella nos vamos al oeste para faldear, a la sombra de los pinos, un
pequeño promontorio y alcanzar un nuevo
collado en el que encontramos una balsa seca y una caseta en bastante buen
estado.
Genista hórrida en Cerbin.
Atajando
las vueltas de la pista y a la sombra de chaparrudos pinos nos llegamos a la
plana Cima de Cornuchuelo situada a 1624 metros de altitud y colonizada de
antenas de telecomunicaciones. Son las doce y cuarto cuando desde su cima con
pobres vistas echamos una visual al
Cresterío de Cotiella y nos damos la vuelta por idéntico camino hasta el primer
collado, mientras contemplamos por delante y al este la doble sucesión de promontorios
de praderío decorados con pinos que suben de la ladera norte y genistas por el
sur, una combinación muy agradable.
Cotiella desde Cornuchuelo.
Hay
que remontar un centenar largo de metros por praderío salpicado de calizas
buscando la sombra de los pinos para alcanzar la Cima del Tozal de las
Salineretas situado a 1646 metros de altitud. Desde la alomada cima con un
pequeño hito de piedras contemplamos la espléndida imagen de Baciero situada al
nordeste y que nos ofrece una imagen impresionista de colores.
Volviendo de Cornuchuelo.
Tras
bajar unos pocos metros por la loma cada vez con más calizas emergentes que
casi se hacen incómodas ascendemos brevemente para alcanzar la Cima del Cerbín
o Tozal de la Rasa situada a 1683 metros de altitud.
La Oeste del Tozal de las Salineretas.
Es
la una y cuarto cuando contemplamos el Tozal de Aguascaldas situado más al este
pero al que no iremos pues está muy vestido de vegetación y sin ninguna
visibilidad y más al este, a la Plana del Turbón que ha presidido todo nuestro
recorrido por la loma.
Baciero desde Salineretas.
Desandamos
camino y en las inmediaciones del Tozal de las Salineretas nos sentamos a comer
al fresco de la brisilla que corre a la sombra de los pinos.
La Oeste de Cerbín.
Alrededor
de las dos continuamos hasta las inmediaciones de la pista y tomamos el camino
que baja al sudoeste y por el que hemos subido. Hasta alcanzar el cruce de
caminos continuando al sudoeste hacia Campo y Beleder.
La Plana del Turbón desde Cerbín.
Descendemos
una loma seca con un camino algo más transitado, que se hace algo pestosillo en
medio de la solanera. Debemos de perderlo parcialmente pues no está tan
señalizado como los demás que hemos recorrido y nos deposita en un rellano
desde el que contemplamos al sudoeste, bastante cerca, al Caserío de Beleder,
lugar por el que no pasaremos a pesar de que originariamente íbamos a comenzar
la circular desde allí.
En el cruce de Caminos de la Sudoseste de Cerbín.
Es
la divisoria de pueblos y lugar en el que suponemos las Ruinas del Castillo de
Beleder que no nos molestamos en buscar.
Un
poco transitado camino se desmonta hacia
el sudeste y enseguida encontramos balizas que nos llevan al barranco que baja
por el oeste de Campo. Encontramos una pequeña poza y nos damos un remojón que
con este calor se agradece un montón. Son las tres y media pasadas.
En el Rellano del Castillo de Beleder.
Allí
alcanzamos una pista de servicio y con ella nos llegamos a Campo cuando son las
cuatro y cuarto cerrando nuestra circular en la que hemos acumulado alrededor
de 1100 metros de desnivel, no todos necesarios.
Bajando cerca de Campo.
A
la salida de Campo pinchamos una rueda, no tenemos cobertura… pero eso será
otra historia de la tarde, menos agradable que el baño que pretendíamos
pegarnos en el Esera.
Otras actividades por la zona:
Baciero 25-4-10,
Baciero 25-4-10,
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