Reduno desde el Ibón de Armeña.
Refugio de Armeña, Lapiaz de Riancés,
Corredor a la Arista Oeste y Arista Oeste. Descenso por arista y corredor,
Lapiaz de Llenero e Ibón de Armeña.
03/07/2020.
Salida 13 h. Llegada 17:15 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa de Reduno procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Son
las doce del mediodía del 3 de Julio de 2020 cuando llegamos al Refugio de
Armeña. Estamos solos, desmontamos las mochilas y comemos tranquilamente. Luego
alrededor de la una, con un par de minimochilas nos vamos a Reduno.
El pico lo
conocemos pues ya lo ascendimos desde la Arista Sur de Cotielleta hace unos
años, pero tenía la idea de hacerlo desde el Ibón de Armeña utilizando su
arista nordeste.
Iniciamos el camino por la Normal de Cotiella.
Bajando desde el
Collado del Ibón ya hemos visto que la arista tiene un resalte importante que
echa por tierra los propósitos y no estamos por la labor de investigar su cara
este por distante; así que, trabajaremos la vertiente noroeste.
El Ibón de Armeña
es un idílico lugar rodeado de soberbios pinos negros sobre un inimaginable
praderío en su orilla norte y pedrizas bajadas de los paredones de su orilla
sur por las que no parece posible la salida a través de ellas.
Enseguida nos orientamos hacia la Noroeste de Reduno.
Consecuentemente,
tomamos el camino que se orienta al oeste para introducirnos en el lapiaz, es
el camino de la normal a Cotiella. Unos minutos después abandonamos el camino y
nos orientamos al pico para atravesar el lapiaz en ascenso y en dirección casi
sur. Lo hacemos transitando pequeñas campas de praderío entre afloraciones
calizas que se irán haciendo cada vez más consistentes.
Dejamos Llenero y nos vamos hacia Riancés.
Hay un cordal de
calizas claras que se opone a nuestro paso obligándonos a ganar altura que es
algo que no nos interesa ya que suponemos que habrá que perderla tras el mismo;
por lo tanto, ganamos altura poco a poco tratando de soslayar el crestón por el
este hasta que ganamos la suficiente altura para escudriñar la cara noroeste
del pico.
La pedrera del Corredor de la Arista Oeste de Reduno.
En ella
localizamos una posible vía de ascenso que arrancando de la pedriza elude las
paredes pero no termina de convencernos por lo que nos olvidamos el acceso
directo y nos vamos a por su arista oeste en la que hemos localizado una
posibilidad.
Casquete Somital Oeste de Reduno con permiso de las nieblas.
El cambio de
planes, sobre la marcha, supone abandonar la Zona del Llenero e introducirnos en laberinto kárstico de
Riancés. A partir de aquí, tratando de faldear el crestón por el oeste, lo
conseguiremos deambulando tres cuartos de hora orientados únicamente por una
brecha en las paredes de la Arista Oeste de Reduno a la que llegan las
pedrizas.
Las nieblas que
juegan con la arista que limita el Circo de Armeña por el sur nos hacen el
enorme favor de preservarnos del sol por lo que el lapiaz es menos lapiaz pero
a pesar de ello respiramos cuando alcanzamos la base de la pedrera: del mal el
menos.
Foto de Cima en Reduno.
Son las dos y
cuarto, estamos a 2450 metros de altitud y tenemos por delante un doble
corredor muy tumbado por el que hemos de superar alrededor de 100 metros de
desnivel. La parte inferior de calizas ocres medio asentadas se sube bien. De
mitad para arriba los materiales se tornan más menudos e inestables y nos salva
la presencia del crestón intermedio de calizas claras que, aunque muy
descompuesto, se sube decentemente.
Descendiendo por la Arista Oeste de Reduno.
En un cuarto de
hora nos liquidamos el corredor y en otro cuarto de hora la alomada arista que
se descuelga muy tendida al sur y que conocemos. Suavemente ascendente nos
deposita en la Cima de Reduno situada a 2531 metros de altitud con permiso de
las nieblas.
Bajando la Pedrera del Corredor de la Oeste de Reduno.
Desde la cima
contemplamos todo nuestro recorrido para llegar hasta aquí puesto que las
nieblas respetan el interior del Circo de Armeña. También comprobamos que la
llegada al Collado de Cotiella guarda unos neveros meramente testimoniales que
suponemos serán soslayables. Al sur las nieblas.
Enormes dimensiones del lapiaz.
Cinco minutos
después nos volvemos por idéntico camino, a mí no me apetece meternos en algún
marrón de ladera descompuesta tratando de localizar el acceso a la pedrera. A
Juan le apetecía y de hecho se bajará el corredor al trote para hacer una
diagonal muy alta y comprobar que la huella de la pedrera de la cara noroeste
del pico parece algo más que de animales aunque no vea hitos.
Nosotros nos
bajamos el corredor patinando tranquilamente, abandonamos la Zona de Riancés y
nos introducimos en la de Llenero. Siempre al sur de la Depresión que no
barranco ya que es imposible que corra el agua en un caos de depresiones de
lomos y de simas como este.
Bajando al oeste del Corredor del Llenero.
Poco después nos
juntamos y guiados por la depresión continuamos al nordeste hasta encontrar un
corredor que relleno de pedrizas se abre paso bajo las paredes de Reduno,
mientras que nosotros iniciamos descenso al norte del mismo por una larga rampa
paralela que se inicia algo herbosa para poblarse paulatinamente de pinos y en
la dirección que nos interesa.
Bajamos bastantes
metros, ahora con la preocupación que
supone saber la presencia de las paredes para llegar al ibón pues hacia allí vamos
ineludiblemente.
Encontramos el único corredor que rompe las paredes del Ibón de Armeña.
En un momento
determinado alcanzamos la cabecera de las paredes y visualizamos el ibón un
centenar de metros más abajo al menos. Sabemos que hacia el este no hay salida
así que iniciamos un travesía bastante horizontal para recorrer la cabecera de
las paredes hacia el oeste de tal forma que encontremos algún lugar donde al
perder potencia nos permitan descolgarnos a las inmediaciones del refugio.
El Ibón de Armeña desde el oeste.
Pero no será
necesario mucho faldeo pues enseguida alcanzamos la entrada a un pequeño
corredor, creo que único, que permite descender fácilmente la pared y luego
rodeando la base de las mismas volver al este para visualizar el ibón desde lo
alto y así tener una perspectiva similar que la que se tiene cuando se llega
desde Barbaruens.
Son las cuatro y
cuarto y mi chica se arrea su baño campanillero en las Aguas de Armeña que, por
cierto, están hechas un caldo. Yo me conformo con un buen remojón que se
agradece.
Baño en el Ibón de Armeña.
Media hora después
hemos de volver casi de llano por el fondo del alargado rellano lacustre
vestido de fino praderío y de delicados bosquetes de pino negro en el que
recogemos unas pocas setas que mi chica aliñará con la pasta a la carbonara que
nos espera en el refugio al que llegamos sobre las cinco y cuarto.
Al final entre los
850 metros movidos en la tarde y la media jornada de la mañana nos hemos sacado
un jornalico decente.
Saxifragas androsáceas en el Ibón de Armeña.
Seguimos solos en
el refugio, pero poco después comenzará a llegar gente: varios grupos con
tiendas que dormirán fuera en una noche de sebo que no guardará ninguna
relación con el patrón de norte que anunciaban y su descenso de temperaturas.
Nosotros dormiremos en el primer altillo del refugio, hay sitio para más y un
par de grupos lo harán en el segundo altillo que les parece más acogedor y que
cuenta con un par de ventanas.
Llosal sin nieblas desde Armeña.
Cenamos como unos
auténticos cochinos destetados: la pasta
con las setas y la carne empanada y alrededor de las diez nos empiltramos
finiquitando nuestra aprovechada jornada en Cotiella que nos espera para mañana.
Otras actividades en la zona:
Reduno, 28-8-11,
Cotielleta: 28-8-11,
Yali: 28-8-11,
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