19 oct 2020

64-20. PICO VILA. 18-10-2020.

Vila siempre nos guía.

Puente del Barranco de la Ulot, Collado y Caseta de Yenefrito, Entrada a Comba de Catieras, Ibón de Catieras, Puerto de las Ovejas, Collado y Pico Vila.

18-10-2020.

Salida 09 h. Llegada 16:45 h.

Sol.

Bastante fácil.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Vila procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            El Pico Vila tiene para nosotros connotaciones especiales pero más allá esta idea es un espectacular balcón desde el que se contempla el Valle del Ara, aunque está muy lejos. Se puede acceder desde San Nicolás de Bujaruelo pero tela… Nosotros siempre lo subimos desde Panticosa. Queda lejos pero un pelín menos lejos si cuentas con la llave de la Pista de la Ripera.

Desde el Patro de Egena echamos la vista a la Ripera. 

            Hoy 18 de Octubre de 2020 nos vamos a Vila. Son las nueve de la mañana cuando aparcamos nuestro coche tras la Portera del Barranco de la Ulot a 1470 metros de altitud, tras subir alrededor de 5 kilómetros por la pista desde Panticosa.

            Tomamos uno de los dos caminos que arrancan desde la pista y por la Ladera Izquierda del Barranco de la Ulot nos vamos para arriba en dirección este.

El Dedo de Yenefrito preside el Barranco de la Ulot. 

            Subimos a la sombra de una mañana despejada que cuenta con cirros elevadísimos y poco notorios y sin prisa pero sin pausa ganamos altura orientados por el Dedo de Yenefrito en busca del collado del mismo nombre.

La Norte de Escuellas con nieve para toda la temporada. 

            El camino que nos conocemos de memoria, está balizado: las marcas rojas llevan al Dedo de Yenefrito y las moradas a Catieras, podrían haber referenciado algunos lugares más pero… ha debido ser a cambio de la imposibilidad de subir la pista en verano pues han montado un Tren Chispita.

Mi chica está bastante mejor que hace 14 años. 

            En media hora alcanzamos el Collado de Yenefrito a 1790 metros de altitud y proseguimos barranco adelante llaneando en busca de la Cabaña de Yenefrito que hace ya algunos años se renovó, está abierta y muy decente.

            Proseguimos de llano para buscar un paso que nos permita cruzar el Barranco de la Ulot sin descalzarnos pues hay algo de hielo en las piedras, los hay varios pero poco fiables con estas condiciones y lo hacemos unos metros más arriba de la confluencia con el Barranco de Catieras utilizando la vieja escalerilla de hierro que sigue allí.

Desde la Entrada a la Comba del Barranco de Catieras.

            Cruzado el barranco hay que ascender una rampa herbosa al norte para recuperar el camino que la cruzara en diagonal al este para alcanzar la escorrentía en la que mi chica tuvo la caída. Todo sigue igual pero hoy no hay hielo.

            Ganamos altura por el barranquillo, guiados por hitos y balizas, hasta alcanzar un pequeño rellano bajo el Crestón de Ferreras. Allí giramos de nuevo al norte hasta alcanzar el paso desde el que se divisa la Comba del Barranco de Catieras.

Descenso al Ibón de Catieras.

            Tiene un poco de nieve a la entrada pero el resto está limpio. Descendemos unos metros con la huella de la nieve y continuamos con la travesía ascendente que nos ha de llevar a la rocosa entrada de la Cubeta Lacustre de Catieras.

La delicada belleza del Ibón de Catieras. 

            De nuevo y por la nieve polvo que recubre las laderas orientadas al norte hemos de bajar una veintena de metros  para cruzar el Desagüe de Catieras, contemplar el ibón e iniciar su rodeo por la orilla norte. Estamos a 2240 metros de altitud y son las once.

            El ibón está vestido con dos trajes: el de invierno riguroso en su mitad sur y el de otoño en la otra mitad que es por donde nos vamos a largar al este en busca del Puerto de las Ovejas. Hay un caminillo que sigue la lógica trayectoria para alcanzar de manera cómoda el falso collado pues el Puerto de las Ovejas está casi un kilómetro más al este.

Catieras subiendo al Puerto de las Ovejas.

            Pasamos por la Fuente de los Repatans, acartelada y nos alargamos de llano en busca del Puerto de las Ovejas situado a 2450 metros de altitud al que llegamos pisando unas manchas de nieve de viento.

            Son las doce menos cuarto y en las piedras de un pequeño abrigo nos sentamos a echar un bocado que será breve.

El Puerto de las Ovejas.

            Ante nuestros ojos se despliega el Alto Valle del Ara y el Macizo de Vignemale: no hay mucha nieve y para nada llevamos el material pero en estas épocas del año no te la puedes jugar demasiado.

Bajando hacia la Cabecera del Barranco Espelunz.

            Nuestro objetivo aparece al nordeste, está limpio de nieve así como el camino para alcanzarlo que pasa por la travesía de la Cabecera del Barranco de Espelunz y se visualiza perfectamente.

La brecina todavía está con flor en el Barranco Espelunz.

            Hay que perder entre unas cosas y otras alrededor de 150 metros  suaves por praderío en los que pisamos algunas pequeñas manchas de nieve para rodear bajo un crestón que se ahonda algo en el barranco y alcanzar el plano y amplio Collado de Vila situado a 2324 metros de altitud. Alcanzarlo se lleva su tiempo y desde allí iniciamos el ascenso de la arista sudoeste del pico de aspecto amable.

Resalte y Arista Cimera de Vila.

            Hay que remontar la rampa amplia y herbosa que nos lleva a las pizarras metamórficas que conforman un primer promontorio dominado por un aventurero pino.

            Un pequeño hombro nos muestra un resalte más rocoso que se sube muy bien y que nos deposita en un pequeño cuello desde el que avistamos  el resalte y la arista cimera acostada al nordeste y empenachada de nieve.

Llegada a la Cima de Vila con Tendeñera detrás.

            No subiremos el resalte ni haremos la arista  puesto que faldearemos por el sur como procedimiento para abreviar. Se trata de una ladera muy escalonada en la que aparecen algunas manchas de praderío y que nos permite cómodamente alcanzar la arista en cualquier punto. Lo haremos ya muy cerca de la cima pues al estar empenachada de nieve hubiera sido algo latoso su tránsito que no difícil.

Foto de Cima en Vila con Vignemale. 

            Hay que romper la pared de nieve que el viento ha depositado como defensa de la Cima del Pico Vila al que llegamos a la una del mediodía. Estamos a 2578 metros de altitud y disfrutamos con los Paisajes del Ara: al oeste Baldairán da paso a la Zona de Brazato-Bacias, al norte Batanes, Neveras, Aratille y  Chabarrou con su rosario de dientes; más al este y tras el Collado de los Mulos aparece todo el Macizo de Vignemale, Lurdes, Bernatuara, Punta del Puerto y Ordesa; casi al sur la oscura Cara Norte de Tendeñera y aquí mismo Calcilé al que no iremos pues tiene la cresta con  nieve y al igual que Vila y todo el Conglomerado de Ferreras con una buena mano de blanco.

Ferrera y el Puerto de las Ovejas desde el Collado Vila.

            Un cuarto de hora después iniciamos la vuelta por idéntico camino en un mediodía muy agradable para caminar y en eso estamos. Desde el Puerto de las Ovejas nos ha costado una hora pasada y la vuelta una hora corta ya que el ascenso al pico tiene más metros de desnivel que el del Puerto.

Bajando al espléndido Ibón de Catieras.

            Son las dos pasadas cuando iniciamos el descenso a Catieras contemplando la espléndida imagen del pico del mismo nombre y a las dos y media nos sentamos a contemplar el ibón desde su orilla norte y a comer al solecillo de la tarde velada de cirros altísimos.

Cascada y Pico Catieras.

            Media hora después reemprendemos camino y entre bajar por el barranco sin camino, mi chica prefiere remontar y hacerlo por el camino de la mañana.

            Subiendo la pista hemos visto a un montañero y ahora al salir de la cubeta lacustre nos cruzamos con una pareja que sube y nada más, ni rebecos. Debe estar hoy todo el personal en Ordesa.

Las dos Orillas del Ibón de Catieras.

            Pasadas las cuatro alcanzamos el Collado de Yenefrito y nos vamos de llano para ver el Dedo, hay un caminillo que alcanza un mirador entablillado desde el que se contempla el extraplomado Dedo y a partir de allí, un caminillo recorre la arista y en suave descenso alcanza la base en la Cara Norte del pináculo rocoso.

Iremos a ver el Dedo de Yenefrito.

            Hay que ascender una docena de metros algo húmedos y escalonados de pratenses en principio que me dejan a dos metros de la arista. Desde allí un paso casi de IIIº en descenso con la roca de hoy te permite alcanzar indistintamente la cresta a cualquiera de las dos puntas. Elijo la este donde Rosa que no ha querido subir me hace una foto y media vuelta con mucho cuidado. Menos mal que la gente se quedará en la tablilla del mirador.

La subida al Dedo de Yenefrito está delicada.

            De vuelta al Collado de Yenefrito solamente queda descender camino abajo hasta llegarnos al coche cuando son las cinco menos cuarto habiendo liquidado una jornada estupenda para caminar en la que. hemos movido un desnivel de alrededor de 1600 metros. Vila está muy lejos.

El Dedo de Yenefrito cabalgando sobre el Bolatica.

            En Panticosa depositaremos la llave en el buzón de correos con una nota en la que decimos que en la Zona del dedo de Yenefrito había un mardano, macho de la oveja, que estaba cojo. Otro día más.  

           Otras actividades en la zona:
Bila, punta, 2-10-10,
Ferreras, punta, 18-9-99, 2-10-10,
Ferreras, puntón oeste de, 2-10-10,
Piniecho, punta oeste de, 2-9-06,
Ibón de Catieras. 23-3-97.
Inocentada con suerte, una, de camino a unta bila, 28-12-06.
Catieras, pico, 23-5-04, 28-12-12,
Baldairán, punta, 5-9-08,
Piniecho, punta este de, 2-9-06,
Escuellas, peña, 3-4-99, 3-10-10, 21-11-17,
Ibón de Catieras con los amigos, al, 9-7-17.    
 

2 comentarios:

  1. Hola Mariano.

    Buena idea la de pedir la llave, así os quitáis unos buenos kilómetros de pista, que en este recorrido se notan y mucho, porque este pico Vila, queda bien alejado.

    Toda esta zona de Catieras, no la conozco, ahora ya para la primavera.

    Un saludo

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  2. ¡Hola Eduardo!
    No es una zona muy transitada y eso que ahora con lo del Tren Chispita parece que hay más afluyencia.
    Todos los valles suelen ser largos y la Ripera lo es. Si puedes quitarte una hora de camino poco significativo la empleas para recorrer sitios que de otra forma pues se quedan demasiado lejos.
    Merece la pena.
    ¡Que vaya bueno!

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