Ascendiendo a la Picoya y Pueyo de Segarra.
Aparcamiento Capité, Pista y Loma Capité,
Sierra del Vedado, Punta Raso, Picoya, Pueyo de Segarra, Cuello Marcón, Trasveral
Oriental, Cuello Marcón, Borda del Cubilar de los Bueyes, Pista Orilla
Izquierda del Veral y Carretera de Zuriza.
26-05-2020.
Salida 08 h. Llegada 19 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Volvemos
de Tiana con ganas de monte y de entre un abanico importante de opciones
elegimos una circular desde Ansó que desconocemos y que nos permitirá completar
nuestro conocimiento de esta zona de los Valles Occidentales. Es larga pero
creemos que no será complicada.
Juan
estuvo ayer en el Aspe y prefiere no madrugar demasiado. Lo recogemos a las
siete y a las ocho dejamos el coche en el Aparcamiento del Barranco Capité a
850 metros de altitud. Hemos venido por Hecho y dejamos el coche a la sombra de
los nogales que echan agua por todas partes.
Sobre
la marcha elegimos el sentido y el punto de partida de entre las opciones
varias de que disponemos y tomamos la pista que nace del aparcamiento
desechando la primera e inmediata rama que va a unas naves ganaderas de al lado.
Iniciando la pista hacia la Loma Capité.
Con
ella nos introducimos en la ladera oeste de la Sierra del Vedado para avanzar
fundamentalmente al nordeste siguiendo la pista que se desarrollara por la loma
entre los Barrancos Onorós y Capité.
Calculábamos
que la pista subiría ligeramente por encima de los 1050 metros pero lo hace
algo más favoreciendo nuestros intereses. Finalmente de introduce hacia el
Barranco Onorós y tras una corta ida y vuelta nos deja en un imperceptible
camino señalado con un hito de piedras derrumbado.
Nos orienta la Punta del Raso.
El
camino con un mantenimiento muy viejo, y unas balizas verdes y amarillas de
mitades del siglo pasado que aparecerán después, no tiene prácticamente
tránsito y nos guiamos por la idea de que tiene que progresar por el lomo del
contrafuerte y por las viejas huellas de las máquinas empleadas para la limpia.
Subimos
con el sol por delante lo que dificulta la fotografía, pero tras alguna duda
alcanzamos una vieja cabaña prácticamente derruida y enseguida aparecen las primeras manchas de
fresco corto y húmedo praderío por las que nos elevaremos rectilíneamente al
encuentro del pinar que envuelve el Casquete Somital de Punta Raso.
Remontando la arista cimera hacia el Puntal del Raso.
A
la entrada del pinar el camino faldea la ladera oeste del pico en un tramo de
pinar húmedo, por el que han subido a las vacas dejando el camino hecho una
cochambre.
Muy
llano nos deposita en el Collado Norte de Punta Raso a 1628 metros de altitud.
Allí nos orientamos al sur y ascendiendo
entre pinos unos pocos metros alcanzamos la Cima de la Punta del Raso situada a
1656 metros de altitud cuando son las diez de la mañana.
El Pinar se va quedando debajo de la Picoya.
La
cima, amplia y plana está invadida por los pinos que han remontado ambas
laderas y no le dedicamos mucho tiempo, dándonos la vuelta sobre nuestros pasos
y descendiendo hasta el collado vestido de praderío y desde el que contemplamos
un dilatado paisaje de la zona oriental de la sierra.
Son
las diez y cuarto cuando teniendo toda la sierra por delante, proseguimos al
norte por praderío que se irá enlazando con los pinos que más altos han subido.
Dentro de unos pocos años, esta sierra será un pinar.
Hacia Pueyo de Segarra.
La
arista se va elevando suavemente en busca del siguiente promontorio significativo
que es la doble Cima de Picoya. Son una serie de pequeños resaltes sucesivos en los que va apareciendo las
calizas ocres que serán más claras y abundantes en el resalte cimero.
Van
a ser las once de la mañana cuando alcanzamos la Cima Sur de la Picoya situada
a 1876 metros de altitud y al abrigo de la ligerísima brisa que corre por la
arista nos sentamos a echar un bocado mientras contemplamos paisaje oriental y
las evoluciones de los buitres en un cielo de cirroestratos dispersos, las
nubes negras que nos han goteado subiendo a Punta Raso han desaparecido.
Pueyo de Segarra es un auténtico pastizal.
Veinte
minutos después proseguimos por una arista que llanea bastante para pasar por
la Punta Norte de la Picoya situada a 1899 metros de altitud. A partir de aquí
de nuevo el praderío se enseñorea de la loma que se va a incorporar, elevándose
paulatinamente, en busca de una meseta espectacularmente verde que es el Pueyo
de Segarra.
Tenemos
claro ya que la jornada va a ser larga y contundente puesto que consultando
nuestras notas advertimos que entre el
Pueyo de Segarra y Marcón hay un collado de por medio situado 250 metros más
abajo y eso ya no es la tónica general de la Sierra del Vedado.
Picoya desde la subida al Pueyo de Segarra.
Cuello Marcón desde Pueyo de Segarra.
Por
delante tenemos el consistente descenso al Cuello Marcón y la Arista Sur de la
Punta Marcón que tiene un consistente corredor de calizas claras que, suponemos
tendrá subida; pues en caso contrario, la historia sería muy otra al tener que
dar la vuelta por el Collado Allará o por el oeste de Zaturola.
Descenso hacia el Cuello Marcón.
El descenso es cómodo, con un promontorio intermedio. Bajamos echando la vista a la ladera oeste pues hay un camino que baja a la Cabaña del Cubilar de los Bueyes donde arranca la Pista de la Orilla Izquierda del Veral y al corredor que tenemos en frente.
En
el collado inmediato a Pueyo de Segarra no vemos el arranque de ningún camino y
al segundo llega una vieja pista herbosa que sube desde el Barranco del
Hospital y que suponemos será el paso natural entre valles. La tenue pista
cambia de vertiente y muy herbosa se va hacia el Cubilar de los Bueyes y eso es
lo que nos interesa para la vuelta.
Detalle del Corredor de Acceso a Cuello Marcón.
Pero
de momento hay que remontar el lomo herboso, transitar junto a unas matas
extensas de sabina rastrera que no enebro y alcanzar el corredor calizo en el
que hay hitos. Se trata de un corredor muy escalonado y fácil que alcanza una
zona de paredes que se soslayan
abandonándolo hacia el este para proseguir por otro corredor muy amplio que se
acostará poco después depositándonos en una ladera cada vez más herbosa y
amable.
Por encima del Corredor Sur aparece la Cima del Cuello Marcón.
Localizada
al este la cima oriental avanzamos por pastizal no comido, remontando
suavemente la ladera que culmina en la Cima Este del Cuello Marcón situada a 2065 metros de altitud. Es la una del
mediodía.
Desde
la cima contemplamos nuestro descenso último de Peña Forca en busca del Cuello Allará, el Valle del Hospital y toda la Arista del Vedado que acabamos de recorrer.
Al Norte Peña Forca y la Sierra de Alano al completo y al oeste nuestro verde
objetivo: Trasveral Oriental.
La arista que hemos recorrido desde Cuello Marcón.
Tentados
en dejarlo para mejor ocasión pues el pico queda fuera del conjunto de hoy,
bajamos al collado y remontando brevemente alcanzamos la Punta Oeste del Cuello
Marcón situada a 2027 metros de altitud. En la cima nos sentamos a comer
mientras especulamos entre bajarnos por el Barranco Marcón en el que debe haber
un camino o volver al Cuello Marcón y
tomar la pista herbosa que hemos visto.
Media
hora después recogemos bártulos y marchamos al noroeste en busca de Trasveral.
En la Cima de Cuello Marcón.
Hay
que perder alrededor de 50 metros, pasar un barranquillo lleno de simas y un
corto tramo de lapiaz para recuperar el pastizal y tras bordear un promontorio
herboso que hacemos por el norte alcanzar la base de la cara este en la que
remontaremos casi 100 metros, también herbosos para alcanzar la Cima Oriental
de Trasveral situada a 2088 metros de altitud. Son las dos y media y tras
contemplar brevemente Ezcaurre y recordar que en su día hiciéramos Trasveral Oeste
por las Canaletas de Ruzquía, iniciamos la vuelta que ya es hora.
Trasveral Oriental queda todavía lejos.
Descendemos
el tramo cimero por donde hemos subido, faldeamos el promontorio herboso por el
sur y nos vamos en busca del supuesto camino que nos deja en la cabecera de los
Paretazos de Zaturola. Desde allí desechamos la idea de bajar por el Barranco
Marcón pues el asunto no es nada evidente y en ligero ascenso faldeamos la
cabecera de las paredes de la Cara Oeste de Cuello Marcón y tomamos el corredor
por el que hemos subido. No se ha perdido gran cosa pero hemos metido una hora
en el Trasveral.
La Sudeste de Trasveral.
El
descenso del corredor no tiene historia y alcanzar el collado al que llega y
arranca la pista es rápido pues está situado a 1770 metros de altitud.
La
pista, mimetizada en el praderío se puede seguir aunque enseguida se salpica de
pinos jóvenes y luego se cubre bastante, pero bajamos primero en dirección casi
sur para girar un poco al sudoeste. Calculamos que tenemos que hacer alrededor
de un kilómetro de pista y allí aparecerá un camino que nos tiene que bajar a
la cabaña y a la pista.
El Valle Colgado de Peña Forca desde Trasveral.
Nuestra
pista se estropea, se estrecha y se llena de arbustos espinosos hasta que en un
punto se corta y del camino que esperábamos no hay nada de nada.
Llegando a la Borda del Cubilar de los Bueyes.
La
continuación es un jabalineo infumable en una ladera inclinadísima bajando un
par de barranquillos secos cubiertos de un pinar con hayas, bojes y algunos
enebros y rosales silvestres. Lo que calculábamos en diez minutos para recorrer
alrededor de medio kilómetro se nos va a llevar tres cuartos de hora infernales
hasta que alcanzamos los prados próximos a la Cabaña del Cubilar de los Bueyes
situada en el comienzo de la pista a 1330 metros de altitud.
Son
las cuatro y cuarto, la pista está allí, la cabaña está muy decente pero hay un
jodido cartel que nos anuncia trece kilómetros y medio hasta Ansó.
Espectacular latirus en Ansó.
La
Pista de la Orilla Izquierda del Veral es arquitectónicamente llana,
desconsoladoramente larga y llana. Atravesaremos con ella media docena de
barrancos dos o tres de ellos con agua que nos vienen bien. Pasamos junto a la
Borda Navarré y con la Marcha de Resistencia Opus Cinco por Hora recorremos la
pista entre algún que otro ligero goteo que ni siquiera molesta.
Allá se queda Ezcaurre desde la Pista de la Orilla Izquierda del Veral.
No
visualizamos el camino que conectando con una pista nos puede bajar a la Borda
Notario, podría significar un poco de atajo y nos llegamos a un cruce de pistas
donde se nos ofrece tres alternativas para bajar a Ansó. Seguiremos por la que
llevamos, la más corta, que nos anuncia tres kilómetros y medio y además hace
ya un poco que ha comenzado a descender.
Pasamos
junto a las Parideras de la Orilla Izquierda del Veral y tras una larga lazada al norte nos deposita en el kilómetro 4 de la
Carretera a Zuriza.
Hartos de pista en las Bordas de la Orilla Izquierda del Veral.
Solamente
nos queda recorrer dos kilómetros de asfalto, mientas contemplamos la movida
que marcha para arriba, para llegarnos al coche con infinitas ganas: han sido
once horas de las cuales habremos caminado más de diez para recorrer alrededor
de 29 kilómetro con 1750 metros de desnivel acumulado. Mi chica dice que no ha
traído zapatillas para cambiarse y a mí me molestan hasta las pestañas pero
nada de mariconadas: mañana más.
Trasveral, 7-3-10,
Peña Forca, 2-3-97, 2-12-07, 6-12-16,
Ruzquía, 24-5-12,
Agujas de Alano, 12-6-11,
Punta del Achar de Alano, 24-5-12,
Ralla de Alano, 24-5-12,
Rincón de Alano, 12-6-11,
Lenito, 13-11-12,
Puntal de Lenito, 13-11-12,
Hola Mariano.
ResponderEliminarMenuda calcetinada! Además se ve que hay pocas sombras.
Una buena y larga jornada de investigación por la zona, a mí la verdad es que no se me habría ocurrido subí al Trasveral por Anso, me quedo con la clásica desde Zuriza.
Un saludo
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarBueno, teníamos ganas y queríamos conocer.
Ya habíamos estado y lo hicimos por las Canaletas de Ruzquía que es equivalente a hacerlo por la Brecha de Alano. El único inconveniente es que hay caminos que han sucumbido a la maleza y los mapas siguen reflejándolos, obligándote a una faena extra y no siempre agradable en las que te dices eso de "mierda, tiraremos de costumbre".
¡Que vaya bueno!