Posets desde la Canal la Paúl.
Aparcamiento y Refugio de Estós, Canal, Glaciar
y Collado de la Paúl, Cara y Arista Este.
20-08-2020.
Salida 10 h. Llegada 17:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
3 p.
1 d.
Ascensión.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa de Posets procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Posets
es una montaña grande. No vamos demasiado, pero digamos que la conocemos de un
modo general.
Todas
sus ascensiones se acostumbran a fraccionar
tanto por el desnivel como por la distancia a recorrer: los Refugios de
Viadós, Forcau y Estós lo permiten y lo facilitan.
Comenzando el camino en el Aparcamiento de Estós.
Habíamos
subido desde Viadós, lo habíamos hecho también desde Eriste y el Forcau, tanto
por la Canal Fonda como por las Espadas, pero no lo habíamos hecho por el Valle
de Estós y podía ser ésta, una buena oportunidad para recorrer ese acceso y
vivaquear en la cima, amen.
Ocho
horas, me dice Juan, con peso, 2000 metros de desnivel y un Agosto que
llevamos en blanco; pero nosotros las
acostumbramos a liar pardas cuando vamos a vivaquear alto y como viene buen
tiempo pues a ello quedándonos con lo positivo y pelillos a la mar.
La cabaña de Santa Ana.
No
vamos a madrugar teniendo todo el día por delante y nos metemos en el coche a
las ocho de la mañana del 20 de Agosto de 2020, fecha redonda. Con obras en la
carretera, suerte y todo son las diez menos cuarto cuando nos llegamos al
Aparcamiento del Valle de Estós a 1300 metros de altitud. Dejamos el coche en
el aparcamiento bajo habiendo sitio en los dos y alrededor de las diez nos
echamos al camino para entrar en calor enseguida en una mañana deliciosamente
soleada de finales del verano.
En el Desvío de Batisielles.
El
Valle de Estós comienza al norte para pasar junto al pequeño Embalse de Estós,
cruza a la orilla derecha del valle y en muy suave ascenso se llega a la Cabaña
de Santa Ana avanzando al noroeste.
Poco
después la pista se abre en dos: a nuestra izquierda la que sube a Batisielles
y a nuestra derecha la que, sombreada y
muy llana, se va a cruzar el Río Estós para depositarnos en el Rellano de la
Cabaña del Turmo cuando van a ser las once y cuarto.
Llegando a la Cabaña del Turmo.
El
camino sigue evolucionando para colocarse casi al oeste y entrando al praderío,
enseguida nos deposita en el Refugio de Estós situado a 1895 metros de altitud.
Son las doce menos cuarto.
Echamos
un trago de agua y confiando falsamente en
que el camino progresaría junto al cauce de agua del valle y que luego
lo haría por el Desagüe de la Paúl, un cuarto de hora después nos vamos sin
agua.
Pasado erl Refugio de Estós en la ladera derecha del valle.
Enseguida
el camino se aparta del general del valle, desciende unos metros, pasa por un
puente a la orilla derecha del mismo y enseguida se aleja del río. No
concedemos importancia al asunto pues desde la Cresta de Bardamina o del
Glaciar de la Paúl tienen que bajar torrentes y
allí cogeremos la necesaria.
Rampa en busca de la Canal de la Paúl.
Por
praderío crecido y sin pastar el camino
avanza en suave ascenso ya casi al oeste y paralelo al río, que poco a poco se
va quedando abajo. Enseguida y frente a nosotros una rampa amplia, inclinada y
de verdura nos ofrece un cómodo avance.
Su línea de tendencia nos va elevando poco a poco mientras llevamos a nuestra
izquierda los paredones de la Arista de Bardamina y al frente se perfila la entrada a la Canal
de la Paúl, mientras la hierba se va haciendo escasa al ser sustituida por los
materiales metamórficos sobre la que se sustenta.
Tras el praderío aparecem las pedrizas y la Canal de la Paúl.
Ya
plenamente al oeste zeteamos sobre la amplia rampa convertida en gravera muy
asentada, cruzamos algunos torrentes secos y entramos a la Canal de la Paúl con
la esperanza de agua puesta en ella.
La
Canal baja seca, llevamos poco más de medio litro de agua y sería bueno comer.
Es la una y media cuando nos sentamos a echar un bocado sobre los 2450 metros
de altitud pues de momento no vamos a disponer de más agua. Para compensar
quizás, el sol está medio velado.
Posets desde la Canal de la Paúl.
Haciendo
virtud de la escasez todavía nos sobra agua y media hora después continuamos ya
al sudoeste mientras rodeamos la Tuca de la Paúl.
En
un pedregal metamórfico como este, con la roca madre enterrada en las
profundidades no hay manera de que fluya agua por ninguna parte. Aparecen el primer
cordón de fondo de nieve pero no hay forma de que se estanque en ninguna parte
hasta que sobre los 2650 metros de altitud y en la base limoarenosa de un
nevero, recogemos con un vaso media cantimplora de agua imbebible y echamos un
trago casi “a pajeta.”
Bebiendo y descansando tras coger agua bajo la Brecha Carrive.
Poco
más arriba los Neveros del Glaciar de la Paúl ya nos iluminan pero habrá que
buscar el agua muy alta, quizás sobre ese pequeño Ibón de la paúl que sitúan
los mapas pero que no será más que una ilusión. Recordamos firmemente al Arbizon.
Ansiamos alcanzar el Collado de la Paúl.
Una
pareja baja pero en semejante enormidad de la tartera nos cruzamos a una
distancia de años luz mientras que nosotros vamos en busca de unas escorrentías
sobre roca madre en las inmediaciones de los Gemelos y la Brecha Carrive. Serán
cerca de las tres y media cuando conseguimos agua. Estamos sobre los 2850
metros de altitud como poco pero rellenamos toda la necesaria, incluidos
nuestros estómagos, para pasar la noche arriba, aunque suponemos que más arriba
podríamos cogerla.
Entrando a la Este de Posets.
La
llegada al Collado de la Paúl se alarga fundamentalmente debido a nuestro
cansancio. Los hitos se pierden y la Arista de la Paúl, que arranca aquí mismo,
tiene mal aspecto por descompuesta. Se nos había olvidado que el Posets es un
enorme montón de basura metamórfica.
Ya
no tendremos que bajar al Ibón Helado de Llardana en busca de agua pues en el
Rellano del Collado de la Paúl, con bastantes neveros residuales, se puede
recoger proveniente del Glaciar de Posets que ahora se acaba de convertir en
nuestro inconveniente inmediato a 3030 metros de altitud.
Avanzando hacia la Pared Este de Posets.
Recordamos,
Juan mejor que yo, nuestro descenso de Posets para hacer la Cresta de Bardamina
y buscamos la Vira de la Cara Este de Posets que ya recorriéramos en descenso.
Tenemos alguna duda, pero enseguida la localizamos encima de otra más difusa y
amplia que se encuentra debajo. Además, una baliza roja en medio de la rojiza y
oscura pared nos saca de dudas.
Tenemos algunas dudas sobre la Pared Este de Posets.
Son
casi las cuatro de la tarde y ahora nuestro problema es atravesar un tramo de
glaciar de alrededor de 50 metros de altura con más pendiente de la que se
aconsejaría para nuestras botas blandas. La mitad superior está francamente inclinada,
pero Juanillo por delante haciendo y yo detrás reafirmando, nos hacemos una
huella decente primero de frente, mientras el viento nos refresca con las
salpicaduras de la nieve aunque en ese momento no teníamos especialmente calor
y luego en travesía medio horizontal para alcanzar la rimaya y salir a la roca
bajo la parte más baja de la vira que buscamos.
La Vira de la Este de Poserts.
Ya
en medio de la pared llena de basura me quedo a recoger bastones y me reciben
mis socios con una pedrada que torearé gentilmente: ¡empezamos bien!
Se
trata de otros 50 metros de pared bastante erguida que nos recuerdan a la del
Anónimo sin ir más lejos y que se sube con paciencia y tranquilidad sabiendo
que la Vira está ya aquí mismo.
En el primer Crestón tras la Vira de la Este de Posets.
La
Vira de la Este de Posets cruza prácticamente casi toda su cara este
ascendiendo hacia su extremo norte. Es un pasillo amplio y relleno de
pedreguilla metamórfica que supone un oasis de comodidad en medio de un
desagradable desierto vertical de complicaciones. La recorreremos en un
centenar de metros hasta que se eleva bruscamente
y desaparece en un crestón que corta nuestro camino hacia la Arista Este de
Posets.
La Este de Posets finalmente se acuesta.
En
el primer crestón hay que perder alrededor de ocho metros inclinados y descompuestos
para cruzar un corredor terroso y amenazante y recuperar lo perdido por una
rampilla fácil pero igualmente descompuesta. Lo que hay debajo es mejor no
míralo.
Todavía
hay que repetir la misma faena otra vez más y hacer lo propio con el segundo
crestón que nos separa de la Arista Este de Posets.
La Arista Cimera de Posets Norte y Posets.
Son
las cuatro y media cuando alcanzamos la arista sobre los 3200 metros de altitud
y respiramos. Por delante tenemos tres o cuatro resaltes fáciles en los que hay
que emplear las manos continuamente con una roca metamórfica decente y llena de
cramponazos. Es la hora del disfrute pero se trata de un disfrute pírrico pues
llevamos más de 1900 metros subidos y con cumplidas mochilas.
Posets desde Posets Norte.
El
tema consiste en terminar nuestra tarea de pico y pala en una arista que se
arrellana pasados los resaltes y que nos lleva al poco notorio Posets Norte
situado a 3325 metros de altitud y enseguida al Vértice Geodésico de Posets
situado a 3368 metros.
Mi chica pone la misma cara que en Perdido.
Juan
que ha llegado delante nos fotografía para constatar que mi chica pone la misma
cara que el día del Perdido: hay cosas que no cambia ni al paso del tiempo.
En
la cima, que creía recordar más amplia, sol y el viento racheado que nos ha
acompañado desagradablemente en la arista, aunque sea cálido del sur. Hay un
vivac bueno para dos y habilitaremos un par individuales para que Juan elija,
aunque sabemos que lo haría encima del vértice geodésico si fuera posible.
El Glaciar de Posets desde la cima del pico.
Por
otra parte, muy desagradable, el paisaje tiene una calima que lo inutiliza
completamente para la fotografía y para la visión discriminatoria por lo que no
merece la pena perder el tiempo con el asunto. Buscamos un “magano” al oeste,
protegido del viento y al sol y nos sentamos bien abrigados para beber. Hasta
se nos olvidan las aceitunas que hemos subido siguiendo nuestra costumbre de
añadir sales para compensar las muchas que acostumbramos a perder.
Armeria Alpina en la Canal de la Paúl.
Hacemos
la pasta en un lugar extraordinariamente abrigado del viento y la liquidamos
junto con la carne empanada: hoy no hay leche ni caliente ni fría, pero nos
arreamos otro litro de limonada para pasar la tarde y la noche sin sed.
Nuestra suite en Posets.
Entre
neblinas a granel, cirroestratos muy bajos y pesados y cúmulos volanderos, no
tiene ningún aliciente aguardar el ocaso del sol, por lo que alrededor de las
nueve y cuarto nos metemos en los sacos tras poner a buen recaudo nuestros
enseres persónales de las posibles faenas del viento y esperar a que pase la
noche con permiso del viento que a pesar de que no cesará al anochecer, no es
frío pues esperamos pasar la noche sin frío ni calor: a cero grados.
Una noche larga
para descansar nuestros maltrechos bodis a los que les espera un descenso campanillero.
Si quieres puedes ver la Continuación.
Si quieres puedes ver la Continuación.
Posets Norte, 24-7-94, 8-8-00,
Espadas, punta de las, 10-8-00,
Gemelos Ravier, pico de los, 8-8-00,
Veteranos, pico de los, 8-8-00,
Paúl, pico de la,8-8-00,
Paúl, pico inferior de la, 8-8-00,
Bardamina, pico, 8-8-00,
Llardana, diente de, 24-7-94, 10-8-00,
Llardaneta, tuca de, 10-8-00,
Forqueta Nororeste, pico de la, 9-8-00,
Forqueta Sureste, pico de la, 9-8-00,
Roya, tuqueta, 10-8-00,
Hola Mariano.
ResponderEliminarPensaba que os habríais ido a disfrutar de alguna de vuestras aventuras! Se hace raro tantos días sin publicar.
El Posets se suba por donde se suba, ofrece una buena calcetinada, así que la idea de hacer un vivac en la cima es una buena opción (yo en los refugios duermo fatal por el tema de los ronquidos 😂).
Un saludo
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarNo, hemos estado ocupados con nuestros nietos además de con la familia. hacemos montaña cuando podemos que es casi siempre pero no siempre.
Teníamos un proyecto en Alpes que, dadas las circunstancias actuales hemos tenido que abandonar por este año.
Mañana comenzaremos nuestra semana de Pirineos Franceses y seguidamente marcharemos a Tiana con los nietos. Este año la escolarización se preveee complicada.
El Posets pues eso, después de tres semanas sin hacer nada, se nos hicieron duros los 2000 metros de repecho con algo de peso. Ya colgaré la vuelta, cuando pueda, que tampoco tuvo desperdicio.
¡Que vaya bueno!