Inmediaciones de Barbenuta, Barranco Los
Lucas, Pista en la Norte de Forcones, Arista Oeste, Lobayo, Punta Chunda,
Caseta Tenetuaras y Pista a Espierre.
18-04-2021.
Salida 10:15 h. Llegada 17:15 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª.Martínez y Mariano Javierre.
En
alguna ocasión hemos recorrido a partir de Erata la arista que marcha al oeste
hacia Pelopín de Erata, no confundir con Pelopín de Cotefablo, Chunda y demás,
pero hace ya algún tiempo que queremos recorrer la arista pero de oeste a este.
La
norte de la sierra es un pinar recorrido por una maraña de pistas y caminos que
no sabemos en qué condiciones se encontrarán, pero hay que probarlo para
conocer.
Son
las diez y cuarto de la mañana cuando aparcamos en una entrada de pista cerrada
con vallado que marcha hacia el Barranco de los Lucas a 1090 metros de altitud.
No nos parece muy apropiado el lugar ni el cierre de la entrada pero…
La
pista solamente es un acceso a los prados pues enseguida se disuelve en los
mismos y solamente nos quedan trochas de vacas que seguimos hacia el barranco.
Allí, junto al mismo encontramos un par de hitos pero ni rastro de camino a
pesar de que recorremos un buen tramo por la orilla del barranco. Todo está
colonizado por arbustos espinosos que se han apoderado de los prados por lo que
nos damos la vuelta. Hemos perdido una desagradable hora al delicioso sol de la
mañana.
Son
las once y media. La pista está algo transitada, repasada no hace mucho y se
alarga en suave descenso al sudeste en busca del Barranco de los Lucas para
cruzarlo sobre los 1130 metros de altitud.
En
la orilla izquierda del barranco la pista se abre en dos, pero yo quiero una
tercera que debe marchar de frente para arriba al sur.
Nosotros
tomamos la que marcha al oeste, la más transitada, pero tras medio kilómetro no
nos parece adecuada a nuestras pretensiones y damos la vuelta hasta el cruce
tomando la que marcha al este, menos transitada.
Enseguida
le sale una rama al sur que de inmediato se pierde en una pequeña zona de
prados y no viendo continuación desistimos para continuar por la orilla
izquierda del barranco. La pista carece de tránsito y se alarga hasta un dique
de defensa para riadas, donde lo cruza y muere convertida en un caminillo que
desaparece de inmediato.
Veinte
minutos largos de ida y otro tanto de vuelta con la contemplación de una
deliciosa piscina natural bajo el dique aunque quede un poco apartada y estamos
de nuevo en el cruce de pistas.
Volvemos
a tomar la pista que hemos desechado tras su inicio que describe una largada al
oeste, en suave ascenso hasta una gran
revuelta. Es el lugar donde pretendíamos llegar desde el camino inicial que no
hemos visto, pero allí se incorpora por el oeste un camino con portera
ganadera, por lo que deducimos que el camino que pretendíamos hacer existe.
Luego
la pista prosigue en suave ascenso al este recorriendo la Norte de Los Forcones
toda vestida de pinar hasta alcanzar un collado herboso a 1475 metros de
altitud en el que comienzan una serie de lazadas continuadas. En el rellano
anterior al collado hemos localizado una pista cubierta de hierba y señalada
con un pequeño hito que concuerda con la que no hemos localizado en el praderío
junto al Barranco de los Lucas.
Se
trata de un tramo de pista en el que la altura se gana en cada revuelta con
enlaces prácticamente llanos entre vuelta y vuelta. Transita la loma en medio
de un crecido pinar que se aclara hacia el sur y se alarga en busca de Lobayo,
cuya cima de praderío con aclarado de pinos vemos todavía distante.
Se
hace largo, más mentalmente que otra cosa, alcanzar el casquete somital que
abordamos por la vertiente sur para que la pista nos deje prácticamente en la
Cima de Lobayo situada a 1798 metros de altitud cuando son las dos y cuarto
algo pasadas.
Se
trata de una cima amable, alargada en sentido de la arista hasta la que llegan
los pinos de la norte y en la que hay un abrigo de piedras casi prehistórico y
medio derruido. El día está ligero, corre una imperceptible brisa fría y
buscamos abrigo para comer al sol.
Media
hora después continuamos hacia Chunda alcanzando de nuevo la pista que en el
collado se abre en dos: una rama se baja hacia Oliván y la otra continúa por el
norte de la sierra ahora desprovista de pinos.
Enseguida
nos cruzamos con la única pareja del día: Angel Visús y su chica que están
haciendo el mismo recorrido pero en sentido inverso. Charlamos un rato hasta
que la brisilla nos invita decididamente a continuar con nuestras respectivas
marchas.
Ganamos
unos metros por la loma y alcanzamos la Cima de Punta Chunda situada a 1855
metros de altitud. Hacemos fotos de los alrededores que engloban Partacua y
Tendeñera medio pintadas de blanco, Yésero, Erata y Pelopín aquí mismo al este
y al sudoeste Oturia, Oroel y Gué. Inicialmente pretendíamos alargarnos a comer
a San Benito pero ni la hora ni el ambiente invitan, así que, alrededor de las
tres y cuarto iniciamos la vuelta.
Vamos
a recorrer el pinar de su cara norte que es el descenso que hacemos con los
Esquís desde Erata cuando escasea la nieve para el descenso, pues la
orientación norte siempre guarda más nieve.
Se
trata de descender siguiendo los pasillos sin pinos hasta alcanzar el praderío
de la Caseta de Tenetuaras donde alcanzamos la pista que arranca de la de
Espierre ya muy cerca del Puerto de Erata.
La
caseta está con el tejado arreglado, tiene leña y está abierta. Luego y en la
pista comprobaremos que el hielo a la sombra no se ha fundido lo que califica
un poco al día y Tras cruzar el Barranco de Erata alcanzamos la Pista de Espierre,
fotografiamos unos narcisos blancos y nos vamos pista abajo.
Es
difícil fotografiar la Ermita de San Juan de Espierre, sobre todo su fachada
principal pero lo intentamos. Luego pista abajo sin prisa pero sin pausa nos
llegamos a Espierre para proseguir por la carretera alrededor de medio
kilómetro hasta donde se encuentra nuestro coche, justo debajo de una ambiciosa
construcción que está poco más que en los cimientos.
Son las cinco y cuarto cuando liquidamos nuestra pretensión con propina incluida, pero es un riesgo que tenemos asumido. La jornada circular sin probaturas se habrá ido a los 800 metros de desnivel acumulado, con la propina a los 950 y otro día más. Angeloso y compañía no han llegado al coche cuando hemos pasado por Espierre.
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