Aparcamiento de Espelunciecha, Cuello
Garmé, Glera de Anayet, Barranco Culibillas, Corredor Norte y Arista Oeste de
Arroyeras.
19-04-2021.
Salida 11 h. llegada 15:15 h.
Mixto.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Arroyeras
es una cima poco agraciada para hacerla con los esquís o al menos así nos lo
parece. Se accede muy fácilmente hasta su casquete somital pero luego una corta
pala orientada al norte siempre dura y su arista amplia pero orientada
ligeramente al sur que pierde la nieve casi antes de que caiga, con lo que
erguida y cortada… pues eso.
Este
año no habíamos estado, mi chica tiene empeño en el tema y hoy 19 de Abril de
2021 vamos a ello.
Hay
media docena de coches aparcados en Espelunciecha cuando llegamos cerca de las
once de la mañana. Es lunes, hace una extraordinaria mañana con unas
incipientes nubes altísimas que quieren entrar por el oeste pero a pesar de
ello parece ser que el personal no se cree que todavía queda algo de nieve en el Valle de Tena sin prácticamente porteo.
Aneu está primavera total pues este año han tenido poca nieve y solamente Espelunciecha cumple este requisito pues porteamos poco más de cinco minutos hasta el Puente sobre el Barranco Espelunciecha. Allí calzamos los esquís y nos vamos foqueando prácticamente al sur en busca del Cuello Garmé por la pista que todavía guarda nieve con algunos cortes que se pasan sin descalzar.
Pasada
media hora larga y mediante un suave foqueo alcanzamos el Cuello Garmé situado
a 2030 metros de altitud y tras un remonte próximo a los 300 metros. Nos
saludamos con Chabier y Señora que andan por encima del cuello en la zona de
los gendarmes de los Farallones. Ellos se van para abajo.
El
flanqueo alto hacia la Glera de Anayet está algo cortado y suponemos que al
otro lado estará imposible y la pista que baja a Anayet tiene más tierra que
nieve, así que, ni siquiera quitamos pieles y nos vamos para abajo con cuidado
persiguiendo nieve con pocos cortes. Al final tendremos que descalzar
esquís y portear un par de minutos para
alcanzar la nieve de la pista que sube hasta la Cabaña de la Glera y que
aguanta gracias a alguna pisada de los trabajadores de la estación.
La
parte alta del Rellano de la Glera, que atravesamos por el fondo y al oeste,
guarda todavía nieve pero cuando nos llegamos al collado entre la Punta de la
Garganta y Espelunciecha comprobamos que el acceso al Barranco Culibillas está
también cortado y solamente las dos Canales de la Sur de Espelunciecha guardan
nieve que empalma ya difícilmente con el fondo del Barranco Culibillas.
Otra
vez descalzaremos y luego, por uno de
los neveros nos llegaremos hasta el barranco; la orilla derecha del mismo está
bien nevada todavía y será nuestra salvación. Nos cruzamos con media docena de
jovenzanos que suben por el barranco a los Ibones de Anayet.
Llegamos
a la pala de cierre de los ibones y, como suponíamos, está práctica cortada
también así que nos vamos al Corredor Norte de Arroyeras que hemos bajado
algunas veces pero nunca hemos subido. Son las doce y media.
Desde
el final del segundo resalte visualizamos la corta pero severa pala que conduce
al Collado Oeste de Arroyeras, vestida con un poco de nieve polvo vieja que no
ha anclado gran cosa con la de base y buscando las zetas más cómodas nos vamos
para arriba.
Media
docena de vueltas maría nos depositan en el collado desde el que visualizamos
la amplia arista oeste del pico cortada al inicio y al final de lo visible con
lo que descalzamos esquís y nos vamos para arriba cansinamente.
Un
cuarto de hora después alcanzamos la Cima de Arroyeras o Arroyetas situada a
2556 metros de altitud, es la una y media.
Coincidimos
con un momento en que la nubosidad que ha ido creciendo durante la última hora
es más firme por lo que el paisaje queda bastante deslucido. Hacemos algunas
fotos a Culibillas, Partacua, Escarra,
Pala de Ip, dos Anayets, Midi y Espeluinciecha y como tenemos una ligera brisa
a cambio de la ausencia de sol nos vamos para abajo en busca de un lugar
abrigado para echar un bocado. Pararemos enseguida para comer.
No
perdemos demasiado tiempo con el tema y alrededor de las dos estamos en el
collado, recogemos bártulos, nos montamos en los esquís y nos vamos para abajo.
La
nieve primavera de la pala cimera está un poco costra pero no se rompe mal y
nos deposita en la entrada del corredor norte cuyo descenso será una auténtica
delicia: la nieve te permite girar donde te apetece sin buscar lugares
específicos pues la mayoría del corredor tiene paños vírgenes de nieve
excelente.
Se
nos hace corto el corredor que empalmamos con la cabecera del barranco, en la
que la nieve está muy irregular pero se deja. De esta forma deshacemos el
camino que hemos hecho subiendo y poniendo los esquís en la mochila nos subimos
a la Glera de Anayet con un porteo similar al de descenso.
Descendemos
la Glera de Anayet siguiendo la nieve de nuestras huellas y perdiendo un poco
más de altura que a la ida, logramos alcanzar la pista que sube al Cuello Garmé
sin descalzar. Previamente hemos puesto pieles.
La
subida de la pista tiene un corte importante con hierba de base que se pasa
bien y yendo de aquí para allá buscando continuidades de nieve alcanzamos el
cuello a las tres de la tarde.
De
allí para abajo buscamos la nieve más uniforme dentro del patatar de la
pista y terminamos aprovechando la traza
de algún esquiador de peso que nos regalará con su huella un descenso más
cómodo.
Quitando
los esquís en el Puente del Barranco Espelunciecha nos alcanza la pareja que
hemos visto en la Pala Norte de los Farallones son Isabel y Julio Benedé que
también están explotando las impensables condiciones de algunos lugares del
Valle de Tena. Vienen de Peña Blanca.
Charlando
de comunes recuerdos nos llegaremos al Aparcamiento de Espelunciecha cuando son
las tres y cuarto donde pondremos fin a una de las últimas jornadas de esquimo
aquí en el valle. Hoy han sido alrededor de 1000 metros de desnivel acumulado.
Luego no quedará más remedio que ir a Benasque si el tiempo acompaña para
finiquitar la temporada de esquimo.
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