Presa de La Sarra, Puente de las Faxas,
Paso del Onso, Presa de Respomuso, Majada de Musales, Forqueta de Ibonciecho,
Arista Este, Musales, Forqueta de Ibonciecho, Ibonciecho, Pista, Majada del
Cambillón y La Sarra.
06-06-2025.
Salida 07:30 h. llegada 14:15 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Van
a ser las siete y media de la mañana del 6 de Junio de 2025 cuando aparcamos a
la Entrada a la Pista de Ibonciecho en La Sarra, a 1450 metros de altitud, tras
recorrer los últimos 4 kilómetros desde Sallent sorteando baches.
Por
la carretera que recorre la orilla izquierda del embalse nos llegamos al Puente
de las Faxas y tras cruzar el Aguas Limpias proseguimos por su orilla derecha
con un camino que nos conocemos de memoria y en una mañana con algo de
nubosidad que esperamos disipe el sol.
Se
nos hace largo alcanzar el Paso del Onso que cuenta con un tramo de sirga
inicial suelta, pero es que hemos pasado por alto el hecho de recorrer el
embalse de camino en lugar de aparcar en el Puente de las Faxas y eso supone
alrededor de un cuarto de hora de más.
Baja
agua por todas partes, el camino del hayedo de Aguas limpias tiene la hojarasca
muy encharcada y tenemos algún problemilla para cruzar el Barranco de Arriel
bajo la Cascada Inferior. La Cascada del Paso del Pino baja que se sale.
Al Final del Llano Cheto Giramos con el camino
al este mientras contemplamos que la nubosidad sigue bastante espesa y algo
voladiza regalándonos con unas gotillas finísimas de cuando en cuando.
La
vegetación que se ha beneficiado de esta primavera está fresca, crecida y
espléndidamente florida, nos entretiene pero no evita que se nos vayan dos
horas para alcanzar el segundo desvío de caminos bajo la Presa de Respomuso.
Nos chupamos las 186 escaleras y alcanzamos la Ermita de la Virgen de las
Nieves a 2110 metros de altitud cuando
son las diez menos cuarto.
Cruzamos
por la Presa mientras contemplamos el Circo de Piedrafita en blanco y negro
pues la nubosidad va creciendo en contra de nuestras esperanzas e intereses y
las nieblas ya han copado todas las cimas del circo pues andan sobre los 2500
metros de altitud.
Tras
recorrer una buena parte del embalse por su orilla izquierda, abandonamos el
camino para comenzar el ascenso de la Majada de Musales un poco al oeste y en
las inmediaciones del barranquillo por el que desagua la majada y que hemos
cruzado previamente también con algún problemilla.
Enseguida
coincidimos con el camino que remonta la majada y lo seguimos mientras
recibimos la visita del viento del oeste que escupido por las nieblas es más
bien fresco. Subimos de primavera y tendremos que abrigarnos con las manos
tontas en un rato que se ha puesto desagradable.
Entramos
en la nieve remontando tramos suaves de nieve blanda hasta que ya en dirección
sur alcanzamos la depresión de la que arranca el paretazo que conduce a la
Forqueta de Ibonciecho.
Estamos
sobre los 2400 metros de altitud, tomamos un cafetillo que no está demasiado
caliente, nos ponemos todo lo que llevamos pues el viento ya es frío y nos
ponemos los crampones con los dedos de las manos insensibles: es una mañana en
la que se están cumpliendo las peores de las estimaciones meteorológicas.
La
pared que se pone inmediatamente de pie como ya sabemos, está cubierta de nieve
como esperábamos y la salida, absolutamente vertical y sin los escalones
rocosos pues nos llena de dudas a pesar de que la nieve está estupenda.
Practicamos
un par de zetas amplias sobre nieve amable que nos ponen muy arriba para
remontar un tramo de frente y salirnos a las rocas del oeste que es una pared
metamórfica muy descompuesta pero con posibilidades.
Quitamos
los crampones en un lugar algo comprometido y nos vamos trepando para arriba
con los dedos de las manos poco sensibles y por una pared que tiene más piezas
sueltas que firmes. No serán mas de 40 metros en los que ayuda la mejoría de la roca
conforme subimos. No hacemos fotos pues el ratillo ha sido bastante
comprometido primero por la temperatura y luego por la severidad de la pared.
Alcanzamos
la Arista Este de Musales una veintena
de metros más arriba de la Forqueta de Ibonciecho que está situada a 2569
metros de altitud y siguiendo el caminillo próximo a la arista pero ligeramente
al sur de la misma, ascendemos soportando los embates del viento que aquí nos
regala alguna racha muy fuerte, hasta alcanzar la Cima del Pico Musales situada
a 2653 metros de altitud.
Son
las doce menos cuarto, estamos sumidos en las nieblas, no tenemos paisaje que
contemplar y lo poco que vemos carece de nitidez por lo que disfrutamos de una
cima efímera y cinco minutos después nos vamos para abajo.
Enseguida
alcanzamos la Forqueta de Ibonciecho y con las dudas de si hubiera sido mejor
alcanzarla por el nevero más alto nos vamos para abajo al sur y en busca de la
protección del viento. El camino zetea amplia y repetidamente pero nosotros
vamos atajando y poco a poco iremos cambiando de día.
Bajado
el resalte superior el camino nos enseña el Ibonciecho para cruzarnos con una
pareja que responderá a nuestro saludo con una sonrisa y no se hable más. En
las inmediaciones del ibón, a 2250 metros de altitud nos sentamos a comer cuando es la una menos cuarto.
Comemos
brevemente, nos quitamos ropas, contemplamos un paisaje con las cimas
defenestradas por las nieblas y excesivamente caliginoso por abajo con
nubosidad media que lo cubre todo y proseguimos con nuestro descenso a buen
ritmo.
Ni
siquiera pasamos por la cochinada del Refugio de Ibonciecho y alcanzada la
pista nos vamos con ella hasta la Majada del Cambillón donde quiere asomarse el
sol aunque tímidamente.
Atajamos
el rellano siguiendo el Camino de Ibonciecho y seguimos atajando sucesivamente
las revueltas de la pista hasta las inmediaciones de los Desvíos a Sallent. Son
las dos y cuarto cuando llegamos al coche liquidando nuestra circular con sus
1250 metros de desnivel acumulado en una jornada en la que la meteorología se
habría podido comportar un pelín mejor pero sabiendo que también podría haber
sido algo peor.