Yésero desde la Carretera al Puerto de Cotefablo.
Yésero, Collado de Espierre, Arista Oeste,
Pico de Yésero, Erata. Pico de Yésero, Co
llado de Otal, Punta Ronata, Pelopín,
Collado de Cotefablo, Collado Gabardús, Camino de servicio de la Línea de Alta
tensión, y Carretera a Yésero.
26-05-2020.
Salida 07:45 h. Llegada 14:15 h.
Mixto.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Yésero procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Estamos
disfrutando de unos días típicamente primaverales en todos los sentidos: tiempo
bueno, largo, con nieblas dispersas matutinas,
nubosidad de evolución y alguna tormentilla aleatoria por las tardes. Yo
no pido más y con ello hoy 26 de Mayo de 2020 nos vamos a dar un garbeo por el
Sobrepuerto con la intención de hacer una circular parcialmente desconocida para nosotros.
Son
las siete menos cuarto de la mañana del 26 de Mayo de 2020 cuando aparcamos junto
al Puente de la Entrada a Yésero situado a 1050 metros de altitud. Es el punto
bajo de la circular prevista.
Saliendo de Yésero.
Cruzamos
el Sía por el puente y ascendemos por la carretera hasta alcanzar Yésero, situado casi 100 metros más arriba, para atravesar el pueblo ascendiendo entre
sus calles y alcanzar el depósito de aguas
donde la pista se estrecha y prosigue de frente al sur hasta adentrarse
en el pinar. Los corzos andan sueltos.
El
sendero algo húmedo pues ayer llovió, asciende suavemente lazada a lazada y balizado
por las marcas del GR. Se trata de un ascenso suave pero persistente que
realizamos a la tornasolada luz de la mañana y que ya muy arriba, el camino
describe un recorrido llano de oeste a este para alcanzar enseguida el Collado
de Espierre situado a 1650 metros de altitud cuando van a ser las nueve.
La mañana está húmeda y deliciosa para caminar en el Paco de Yésero.
El
GR. que marcha hacia Otal lo hace por la alomada arista oeste del Pico de
Yésero que va alternando resaltes suaves con pequeños rellanos a la vez que se
suceden tramos limpios sobre el praderío con otros a través del Pinar de Yésero
que llega hasta arriba.
Las
nieblas volanderas van apareciendo un poco por cualquier parte y no siendo
excesivamente consistentes se fijan sobre los 1900 metros de altitud a la vez
que una cierta nubosidad se empieza a desarrollar a niveles superiores lo que
no es un buen pronóstico para tan temprana hora.
En el Collado de Espierre tomamos la arista noroeste.
El
camino faldea un poco por el norte el pico por lo que lo hemos de abandonar
finalmente y remontar una treintena de metros que nos depositan en la Cima del
Pico de Yésero situada a 2005 metros de altitud. Son las diez menos cuarto.
Las nieblas aparecen por Erata.
Se
trata de una cima ampliamente alomada con un hito cimero de piedras también
alomado. Forma parte de la Cabecera de la Oeste de Erata y que vamos a recorrer
en dirección sur bajando brevemente y llaneando después entre nieblas para
alcanzar enseguida la Cima de Erata de 2003 metros de altitud. Desde la cima ni
siquiera se ve San Benito.
Llegando al Pico de Yésero entre neblinas.
La
vuelta es inmediata para desandar camino hasta el Pico Yésero e iniciando el
descenso hacia el norte alcanzar la vieja pista y enseguida el GR. que se va
para abajo con ella entre pinos negros que han encontrado suelo propio en su
caja.
Volviendo de Erata al Pico de Yésero.
Avanzando
ligeramente en la Vertiente de Otal alcanzamos el Collado de Otal a 1791 metros
de altitud, lugar en el que el GR. se ahonda en el Puerto mientras que nosotros
atravesando el collado iniciamos el ascenso de la Oeste de Ronata.
Iniciando el descenso hacia el Collado de Otal.
Hay
que remontar alrededor de 150 metros que hacemos de amarrosa en amarrosa,
corros de brujas; tratando de localizar algún champiñón. Cogeremos un par de
puñados sin perder gran cosa de tiempo hasta que alcanzamos la Cima de Punta
Ronata situada a 1943 metros de altitud.
Vista atrás Erata y Yésero desde el Collado de Otal.
Se
trata también de una cima muy alomada en
la que buscamos unas piedras y nos sentamos a echar un bocado cuando son las
diez y media.
El
tiempo nos invita a elegir entre marchar directamente para abajo o acercarnos a
Pelopín y abreviando, un cuarto de hora después iniciamos descenso para
acercarnos al pico que nos saluda con su azulada y oscura coloración que a
duras penas destaca del fondo oscuro de la nubosidad que rellena el este.
Peña Ronata desde el Collado de Otal.
Hay
que bajar brevemente hasta el collado al que llega la Pista de Cotefablo y
donde hay un todo terreno y remontar un par de resaltes suaves que un cuarto de
hora después nos depositan en la Cima de Pelopín a 2005 metros de altitud.
Pelopín desde Ronata.
Son
las once de la mañana, el tiempo se estabiliza, las nieblas se levantan un poco
y nos propician un poco más de tranquilidad pues estaremos aproximadamente en
mitad de nuestro recorrido.
Descendemos
mirando champiñoneras hasta que alcanzada la pista nos vamos con ella hacia
abajo en busca del Collado de Cotefablo. La pista fue remodelada hace un par de
años y está bastante bien con un pequeño tramo de nuevo trazado en la parte
baja de la Norte de Ronata.
Erísimo o hierba de los cantores en el Puerto de Otal.
Van
a ser las doce y cuarto cuando llegamos al amplísimo Collado de Cotefablo a
1625 metros de altitud. La pista se abre en dos, una rama marcha en busca de la
Boca Este del Túnel de Cotefablo y la otra permaneciendo en horizontal se
marcha al norte hacia Toronzué y nosotros con ella.
Pistearemos un
poco más de medio kilómetro hasta que alcanzamos el Collado Gabardús sobre los 1600 metros de altitud. El collado
es inconfundible porque la pista que llevamos pasa por debajo de una de las
pilonas de alta tensión de que sube desde Biescas.
Iniciando el faldeo de la Norte de Ronata.
Estamos en el
“punto caliente” de la circular. En el Collado de Gabardús solamente hay un
camino que remonta la ladera al norte como alternativa a la pista que marcha
faldeando un poco por el este. No hay cartel ni hitos y tenemos dos opciones:
una consiste en bajar a la brava por la limpia del monte bajo los cables de
alta tensión hasta la carretera, se puede hacer porque está limpia pero tiene
muchos subes y bajas y otra es buscar ese camino que transita una pequeña
arista en dirección casi oeste.
En esta segunda
opción ni siquiera recorremos unos metros del camino que marcha al norte para
ver si el camino que buscamos arranca de poco más adelante ya que unos metros
debajo del collado y en la orilla norte de la limpia, una especie de vieja
pista se va para abajo suavemente. No tiene hitos de piedras, ni balizas de
plástico ni marcas de pintura pero ha sido limpiada hace ya algún tiempo según
marcan los arbustos que fueron en su día podados. Solamente parece recorrida
por los animales.
Vista atrás desde el Collado de Cotefablo.
Nos vamos por ella
con tanta fe como dudas pero enseguida nos damos cuenta de que semejante camino
no se puede cortar por las buenas y así será. Se trata, parece ser, de un
camino abierto en época del tendido de la línea eléctrica que facilita la
aproximación a las torres para su mantenimiento pues tras descender el primer
tramo recorriendo un barranco se acerca a la limpia para recorrer un tramo de
la misma y volver de nuevo al pinar.
Poco después se
aproxima de nuevo a la limpia en las inmediaciones de una torre para atravesar
la limpia y proseguir para abajo seguidamente por el pinar.
En en tramo superior del camino de descenso transitamos de cuando en cuando por la limpia.
Hay un momento en
el que una rama de nuestro camino se marcha hacia arriba en busca de una de las
torres de la línea. Posiblemente allí encontraríamos el camino que no hemos
buscado pues ahora estamos decididos a conocer este.
En una siguiente
torre el camino pasa muy cerca de la misma y si hasta ahora solamente tenía
tramos muy largos y con un descenso muy uniforme, a partir de ahora describirá
zetas amplias e igualmente suaves para seguir perdiendo altura cuando ya la
línea está a punto de cruzar la carretera y el camino se aproxima a la misma.
Más abajo cruzamos bajo el tendido eléctrico.
Justamente antes
de que desemboque en la carretera, nos sentamos a la sombra a comer, es la una
y cuarto.
Media hora después
alcanzamos la N-260 A, en el kilómetro 494. No es extraño que nadie transite
este camino ya que en este extremo tiene un resalte vertical y escalonado por
los estratos de arenisca de tres metros y visto desde abajo nadie puede
imaginar que arranque allí un camino. Una pista arranca hacia el norte, también
de ese lugar y no sabemos a dónde puede conducir aunque lo suponemos.
Finalizando el camino en el kilómetro 494 de la Carretera al Túnel de Cotefablo.
Hay que caminar
por la carretera un kilómetro hasta el Comienzo del Puerto de Cotefablo en el
Puente sobre el Barranco del Puerto y casi otro par de kilómetros hasta la Entrada a Yésero donde hemos dejado
el coche esta mañana.
Son las dos y
cuarto de la tarde cuando cerramos esta circular en la que hemos acumulado un
desnivel de 1225 metros, con un nuevo tramo de camino que además de ser
desconocido para nosotros poca, muy poca gente lo recorre. Bueno, hemos visto
otro corzo, pero es que esa “gente” abunda mucho por estos bosques.
Otras actividades por la zona:
Hola Mariano.
ResponderEliminarNo os habéis dejado ni una cima de la zona. Alguna vez se me ha pasado por la cabeza subir al Pelopín o al Erata y bajar luego al despoblado de Otal. Por muchas veces que uno vaya por una zona, siempre hay lugares que no conocemos.
Lo único malo de este recorrido, son esos últimos kilómetros por la carretera, que ahora por suerte, son pocos los coches que circulan por ella. A ver cuando nos dejan irnos para el pirineo!
Un saludo
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarDe los Collados de Otal, con camino o desde el de Pelopín, sin camimino tiene una corta media hora, así que por poco lo dejas. Ahora hay una pista hasta el pueblo, no necesaria.
La Carretera de Cotefablo tiene poca circulación casi siempre. Las circulares tienen algunos inconvenientes que hay que solventar sí o sí.
No creo que tardemos en poder desplazarnos dentro de la Comunidad.
¡Que vaya bueno!